Y es que el CO2 tiene una acción vasodilatadora sobre la microcirculación. Al aumentar esta microcirculación sanguínea se facilita la llegada de hemoglobina cargada de oxígeno y de nutrientes a la zona tratada. De esta forma, también se produce una activación de la producción de colágeno y elastina, así como una oxigenación y revitalización de los tejidos.
El CO2 tiene una acción vasodilatadora sobre la microcirculación que recupera la luminosidad, oxigena el tejido y regenera la célula
El primer paso consiste en desmaquillar la piel con una mousse que se expande por el rostro con el objetivo de eliminar la suciedad que va cogiendo nuestro poro a partir de los productos cosméticos, la polución y otros factores al estar en contacto con el aire. Para que el mismo poro no sufra ninguna agresión, después se pasa un manipulo con una frecuencia de ultrasonidos que retira la suciedad. Para ello, se emplea también el ideal controle-powder sérum, que ayuda a eliminar los puntos negros y las células muertas.Por otra parte, junto con la Carboxiterapia estética se aplica el exfoliante triple, el activador botánico y una mezcla de ácidos biológicos dando lugar a una combinación de ingredientes de efecto lifting, junto con otros más avanzados tecnológicamente. Finalmente, se aplica una mascarilla ionizada con luz led y ultrasonidos para una mayor penetración.
En cuanto a la duración del tratamiento, cada sesión requiere de 60 minutos en los que, según el Centro Montserrat Quirós, se consigue un efecto reparador y reconfortante gracias a las altas concentraciones de péptidos que incrementan su efectividad. De esta forma, la carboxiterapia facial está indicada para todos los tipos de pielesque quieran recuperar la luminosidad, oxigenar el tejido interno y regenerar la célula.
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