Por más que comamos sano y hagamos ejercicio, hay zonas del cuerpo cuya grasa no logramos disminuir. Es el caso de la grasa encima de la cintura para hombres o debajo de la línea del sujetador en el caso de las mujeres. Esto se trata de adiposidad o grasa localizada que supone un complejo para muchas personas.
Con el paso de los años, los depósitos de grasa se vuelven más duros y difíciles de eliminar. En ocasiones, no hay dieta o entrenamiento que consiga disolverlos del todo y la alternativa más eficaz es recurrir a los tratamientos o protocolos estéticos de manera localizada. Podemos conseguir reducir la grasa o bajar de peso pero, muchas veces, parte de la adiposidad permanece en zonas problemática. Aunque la genética tiene algo que ver, se puede eliminar.
La intradermoterapia consigue reducir la grasa y activar la circulación sanguínea y linfática
Con el verano a la vuelta de la esquina, las altas temperaturas ya están aquí y cada vez, sobran más prendas. Es ahí cuando los complejos de muchos vuelven. Ante ello, son múltiples los tratamientos que se proponen para deshacernos de la grasa indeseada. La Dra. Carmen Martín, especialista en medicina estética, ofrece un protocolo que permite, obtener resultados estéticos, sin ningún tipo de cirugía.
Este protocolo está pautado de manera personalizada y tiene en cuenta las necesidades individuales de cada paciente. No obstante, consiste en la combinación de la intradermoterapia como aparatología:
TRATAMIENTO RECOMENDADO
Intradermoterapia. A través de la inyección de un cóctel lipolítico y drenante, se encarga de disolver la grasa y favorecer su eliminación, además de conseguir activar la circulación sanguínea y linfática. En ese contexto, ayuda a la eliminación de líquidos y toxinas, se logrará hidratar y estimular el colágeno de los tejidos mejorando el aspecto de la flacidez.
Aparatología combina tanto radiofrecuencia como ultrasonidos. Son capaces de reducir la grasa localizada y compactar los tejidos grasos, además de estimular la creación de colágeno nuevo en la capa profunda de la piel.
Entre algunas de sus ventajas inmediatas destaca la rapidez de las técnicas, así como la ausencia de señales o cicatrices o que no requiere anestesia general. Los resultados son una piel lisa de aspecto sano y firme. También tonifica la tez y aporta una reducción y reafirmación moderada de las áreas tratadas.