Un informe pericial de parte descarta 'mala praxis' en la cirugía a la que se sometió el pasado 29 de abril Silvia Idalia Serrano, la mujer que estuvo más de tres meses en coma inducido tras la triple operación estética y que despertó hace unas semanas con una leve mejoría en su estado de salud.
La defensa de la clínica CEME ha aportado dicho documento, al que ha tenido acceso esta redacción, en el procedimiento judicial en el que el juez de instrucción número 46 de Madrid investiga al cirujano que llevó acabo la operación y a otro facultativo por la presunta comisión de un delito de lesiones imprudentes.
El informe de parte concluye que "no se deduce infracción de la lex artis médica en los profesionales sanitarios que atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz".
Según el informe aportado por la Clínica CEME, la infección por la que Silvia estuvo en coma no es de origen hospitalario, sino que procede del organismo de la propia paciente
Además, detalla que la paciente sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante que es "excepcional" tras los procedimientos de cirugía plástica, y cuyas bacterias "no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota (flora) de la paciente".
"La fascitis necrotizante puede ser difícil de establecer en las primeras horas o días de su presentación", señala, subrayando que tras la operación la paciente fue atendida por personal de CEME en un hospital, "realizándose exploración de las heridas, tomas de constantes y exploraciones analíticas".
"Cuando se detectaron signos generales de afectación general (sistémica) se procedió a su traslado a un centro de mayor complejidad", recalca.
El informe ha sido elaborado por el doctor Francisco Javier Cobo Reinoso, especialista en Microbiología y Parasitología y Doctor en Medicina y Jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.