Hay prendas que quedan divinas en el estratégico probador de una tienda y en casa se manifiestan en su insípida y decepcionante realidad patronística. Lo mismo sucede con la base de maquillaje, probablemente el producto de make up que más dudas genera durante el proceso de compra. La oferta es sencillamente abrumadora, pero responde a criterios que allanan el camino hacia la victoria. Conócelos y nunca te equivocarás.
CUALIDADES DEL COLOR: EL TONO Y EL SUBTONO
"Seguro que has probado algún un maquillaje en tu piel que, una vez puesto, te ha parecido demasiado amarillo, demasiado naranja o demasiado rosa. Eso es porque no era tu subtono", ha explicado la cosmetóloga y co-fundadora de Alice in Beautyland, Eva Raya.
Siempre hay que probar la base de maquillaje en el mentón, entre el final del rostro y el cuello
"Para elegir el color de maquillaje correcto hay que saber diferenciar dos matices importantísimos en tu piel el subtono y el tono. Lo principal y más importante es detectar el subtono. El subtono es el color predominante de la piel, nunca cambia, independientemente de que luzca más clara o más morena por los efectos del sol. Hay marcas de maquillaje que sólo tienen un subtono o dos. Son los famosas iniciales C/W (frío o cálido) o Y/R (amarillo o rojo) entre otras, cada marca suele tener un código distinto. Pero lo cierto es que existen 4 subtonos diferentes", ha añadido Raya.
IDENTIFICA TU PROPIO SUBTONO
Es más fácil de lo que parece, hay pieles que se distinguen a simple vista, pero ahí van unas directrices infalibles... Lo primordial es buscar una fuente de luz natural. La luz del sol, ya sea al lado de una ventana o saliendo al exterior, es la mejor opción. Muchas luces artificiales de interior tienen dominantes de color que alteran el resto de colores.
A continuación, se trata de observar el color de las venitas de la cara interna de las muñecas para determinar nuestro subtono. "Vale compararse con otras personas y lo recomendamos, en la medida de lo posible", ha puntualizado.
El rosado (predomina el rosa): las venas de la cara interna de tus muñecas se ven de un tono azulado y/o violeta. Tu piel tiene un ligero color rosado y suele enrojecerse con el sol. Te sientan bien los metales plateados y colores azules, violetas, verdes pardos y rosas.
El neutro (predomina el gris): las venas de la cara interna de tus muñecas son difíciles de distinguir entre un tono azulado o verdoso, pueden ser azuladas con un matiz verdoso, o a la inversa. Tu piel es neutra, sin color predominante y se enrojece con el sol antes de broncearse. En general, te sientan bien todos los colores, pero especialmente los neutros como los grises, tierras, beige y burdeos.
El oliva (predomina el ocre): las venas de la cara interna de tus muñecas se ven de un tono verdoso. Tu piel tiene un ligero color aceitunado o cetrino, y se broncea fácilmente con el sol. Te sientan bien los metales dorados y bronces, y los colores rojos, amarillos, burdeos, verdes pardos, tierras y corales.
Y el dorado (predomina el beige): las venas de la cara interna de tus muñecas se ven de un tono verdoso. Tu piel tiene un ligero color amarillo y se broncea fácilmente con el sol, adquiriendo matices dorados. Te sientan bien los metales dorados y colores cálidos o corales.
DÓNDE SE PRUEBA EL MAQUILLAJE
Siempre hay que probarlo en el mentón, entre el final del rostro y el cuello. Muchas veces probamos el maquillaje en la mano y es un gran error. Basta mirarte al espejo con la mano al lado del rostro para que te des cuenta de la diferencia de tono. El maquillaje hay que probarlo donde vas a ponerlo.
Muchas veces tenemos además un tono distinto entre el rostro y el cuello (por lo general el tono del rostro al estar más expuesto al sol es un poco más oscuro) así que lo ideal es el tono intermedio entre ambos. Si dudas entre dos, nuestra recomendación es el más claro, ya que aportará más luz, rejuvenece y siempre puedes dar un toque con el colorete o un bronceador. De este modo conseguiremos un maquillaje unificado y un aspecto más saludable, sin los antiestéticos 'cortes' que se producen por un cambio brusco de tonalidad.
ELIGE UNA BASE QUE QUEDE BIEN 'A TODAS LUCES'
Se suele decir que la luz donde nos maquillamos es importante, y es cierto. Cuántas veces nos hemos visto bien cuando nos maquillábamos en el espejo de casa y ¡de repente! en otro espejo nos vemos con un aspecto totalmente diferente y artificial. Eso es porque las luces son diferentes. La intensidad, la dominante de color o incluso el ángulo de reflexión de las mismas pueden cambiarlo todo. Lo ideal es maquillarse teniendo en cuenta la luz en la que vamos a estar o al menos hacerlo con una buena iluminación.
Por otro lado, "hay bases de maquillaje 'inteligentes' que se adaptan a la luz y siempre favorecen, y la de Alice in Beautyland es una de ellas", ha concluido Raya.