Lo creas o no, los cambios de estación afectan directamente al estado de nuestro cuerpo: la piel del rostro se enfrenta a nuevos retos, el cabello se ve debilitado y ciertas zonas del cuerpo se resecan.
Por ello, los expertos recomiendan adaptar el cuidado facial y corporal a cada estación. Más ahora que el contexto #yomequedoencasa nos permite disponer de algo más de tiempo para dedicárnoslo a nosotras mismos.
Desde Clínicas Dorsia han preparado una sencilla guía de beauty tips con los que celebrar la llegada de la primavera, favorecer la adaptación de nuestro organismo a la misma y llegar así radiantes al verano.
1. Cuida tu cabello. El cambio de estación puede provocar que el cabello se vea debilitado y en muchas ocasiones tienda a caerse, se trata del llamado ''efluvio estacional''. Además, a medida que las temperaturas van aumentando, el cabello y cuero cabelludo se resecan. Por este motivo, los dermatólogos recomiendan alternar el champú habitual con uno más nutritivo, que acondicione la base del folículo piloso, resultando así en un cabello fuerte. Si sientes que necesitas sanear tu pelo, puede que sea el momento ideal para atreverte con un corte de puntas que sanee la fibra capilar.
Los expertos recomiendan adaptar el cuidado facial y corporal a cada estación
2. Piel renovada. Elimina las células muertas del invierno exfoliando la piel del rostro cada 7 o 10 días, según tu tipo de piel. Así conseguirás limpiar en profundidad y eliminar impurezas, además de estimular la regeneración natural de la epidermis. Gracias a este sencillo gesto, la piel absorberá de manera más efectiva los principios activos aplicados después.
3. Mima tus pies. Los cambios de temperatura, la llegada del calor o la sequedad, son factores que pueden afectar a tus pies, apareciendo así durezas, grietas y callos. Pero, tranquila, tenemos la solución perfecta, que además te ayudará a terminar el día con algo de relax: un baño de pies con agua tibia y sales. La inmersión durante 5-10 minutos ayudará a preparar la piel para su posterior exfoliación. Tras finalizarla, seca bien y aplica una crema hidratante y nutritiva, mejor si contiene urea, por su capacidad regenerante y tratante de durezas y grietas. También puede ser buen momento para aprovechar y darte un auto-masaje que suba hasta la pantorrilla. En este caso, se recomienda que apliques un aceite con árnica, ya que sentirás un alivio instantáneo del estrés acumulado y una mejora de la microcirculación.