Ya hemos estrenado año nuevo y es el momento de recibirlo con buenos propósitos e ilusiones renovadas. Pero además, también es posible estrenar 2019 con un rostro renovado: más luminoso y terso, con tratamientos faciales con efecto inmediato, en muchos casos desde la primera sesión, porque aportan hidratación y enriquecen el rostro con vitaminas y otras sustancias de efecto rejuvenecedor.
Por ello, desde Clínica Planas nos señalan cuáles son los mejores tratamientos para lucir un rostro resplandeciente en 2019. ¡Apunta!
HIDROREGENERACIÓN FACIAL CON VITAMINAS
El ácido hialurónico tiene la función de mantener la elasticidad e hidratación de la piel, ya que estimula la formación de colágeno y elastina. El tratamiento de rehidratación cutánea potencia el poder de esta sustancia a través de infiltraciones intradérmicas de ácido hialurónico y vitaminas que ayudan a prevenir el envejecimiento cutáneo, retrasar la formación de arrugas y a devolver a la piel su hidratación y elasticidad. Su efectividad se percibe desde la primera sesión.
FACTORES DE CRECIMIENTO FACIAL
El tratamiento estético con Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF) es una técnica que permite aislar y utilizar los factores de crecimiento (sustancias bioestimulantes) presentes en el plasma del propio paciente con el fin de estimular, potenciar y acelerar la regeneración de los tejidos. Tras aislar los factores de crecimiento del plasma del paciente (concretamente se necesita el factor de crecimiento epidérmico), estos se aplican en la piel de la cara, cuello y escote con el fin de estimular la regeneración de los tejidos, produciendo, de esta manera, un aumento del grosor, tersura y luminosidad de la piel.
HILOS TENSORES
Con este tratamiento ambulatorio se consiguen resultados con efecto de lifting rejuvenecedor. Los hilos, confeccionados con un material que el organismo reabsorbe (la polidioxanona), se introducen bajo la demis para corregir la flacidez facial. De esta manera, se induce la formación del colágeno y de los fibroblastos con el objetivo de redensificar la piel. Esta técnica revolucionaria de rejuvenecimiento facial se realiza de forma individualizada para cada paciente dependiendo de la edad, la fisonomía y el grado de flacidez (en una sesión estándar se suelen colocar entre 8 y 12 hilos). Los resultados son progresivos y a las tres semanas se pueden apreciar los efectos, aunque no es hasta los tres meses cuando el tratamiento alcanza su punto álgido y la duración del mismo permanece entre 12 y 18 meses.