A pesar de que no existen reglas para el maquillaje, es importante recordar ciertos principios básicos en algunos productos, como es el corrector, para sacarle el máximo partido posible al maquillaje. El corrector ayuda a corregir las imperfecciones, así como iluminar la mirada.
Ante ello, la maquilladora Cristina Lobato ha compartido una sencilla técnica para usar el corrector de manera correcta y efectiva, de cara a conseguir un efecto fresco y rejuvenecedor. Además, recuerda que cada persona es única y, necesita tanto experimentar como practicar hasta encontrar un método que funcione acorde con sus necesidades.
TONO
El tono adecuado puede ser difícil de encontrar, pero es el primer paso para acertar con el maquillaje. Cristina recomienda apostar por un tono más claro que tu propia piel para iluminar y disimular imperfecciones.
Para las ojeras más suaves, Lobato recomienda un tono beige natural. Mientras, que para las ojeras más oscuras conviene usar un tono salmón ligeramente anaranjado. La experta insiste en que es mejor obtener un acabado natural, y para ello conviene evitar aplicar mucha cantidad.
Para las rojeces o los granos, debemos escoger aquellos correctores de cobertura media. En cuanto al tono, es mejor que vaya en armonía al tono de la piel. Y para la aplicación, Lobato recomienda usar una brocha plana con forma ligeramente puntiaguda, aplicar sutilmente y de forma precisa sobre la discromía y difuminar para fundir el corrector con el tono de la piel.
PREPARACIÓN DE LA PIEL
Antes de aplicar cualquier producto de maquillaje, la piel debe estar limpia y bien hidratada. Usar un limpiador facial, adecuado a tu tipo de cutis, para eliminar impurezas es crucial. Después, hay que hidratar la piel sin olvidar el contorno de ojos para evitar parches. Esto garantiza que el producto se deslice suavemente y se mezcle de manera uniforme, logrando un resultado natural.
ZONAS PROBLEMÁTICAS
Todas las personas tienen sus propias inseguridades: irregularidades, ojeras, manchas, líneas de expresión o imperfecciones. La maquilladora recomienda que en primer lugar conviene identificarlas para poder abordarlas.
La hidratación y la preparación de la piel son claves para el acabado natural
No obstante, Lobato recomienda no cubrir la totalidad del rostro y buscar un acabado natural mediante la cobertura parcial, resaltando la belleza natural.
TÉCNICA CORRECTA
La forma en la que aplicas el corrector puede tener un impacto significativo en el resultado final. Utilizar una brocha o una esponja para distribuir el producto y difuminarlo suavemente sobre la piel es la forma adecuada de hacerlo.
Cabe evitar arrastrar o frotar, ya que esto puede acentuar las arrugas y líneas de expresión. Mejor, realiza suaves toques mientras lo aplicas. Esta técnica proporciona un acabado más natural y evita que el producto se acumule en las áreas más problemáticas, como los pliegues.
POLVOS TRASLÚCIDOS
Sellar el maquillaje es fundamental si queremos prolongar su duración. Los polvos sueltos son la mejor alternativa para evitar que se acumule en las líneas finas.