Adentrarse en el mundo de la belleza por primera vez puede ser apabullante. Quieres cuidarte la piel, divertirte, incluso expresarte, pero tienes alrededor la presión del entorno; la enorme variedad de propuestas y consejos de Youtube o Instagram y las inseguridades propias de una época de cambio físico y mental.
La cosmética fue creada para hacernos sentir bien, sea cual sea el objetivo que queramos conseguir con ella. La Generación Z sabe bien de esto, ya que la utiliza como un elemento más con el que comunicar su personalidad, conocerse a sí misma y conectar con otras personas del mundo, tan solo a través de un smartphone y un poco de tiempo. Pero, ¿por dónde empezar en esto de cuidar la piel?
Está claro que uno de los focos adolescentes es el acné juvenil y el desequilibrio en el nivel de sebo segregado, fruto ambos de las alteraciones hormonales características desde los 10 a los 19 años, aproximadamente.
La cosmética fue creada para hacernos sentir bien, sea cual sea el objetivo que queramos conseguir con ella
Virginia Núñez, dermatóloga y directora médica de Clínicas Dorsia, nos desvela unos consejos muy sencillos de seguir para cuidar la piel joven.
1. Limpieza diaria suave con el formato de su elección: espuma o crema limpiadora, jabón sin detergente, agua micelar, etc. Los preferidos suelen ser espumas y jabones, por tratarse de un tipo de limpieza al agua muy refrescante y de rápido uso.
2. Uso de fotoprotector en primavera y verano para prevenir alteraciones en la dermis y epidermis. Puede parecer una preocupación ajena a esta edad, pero si nos acostumbramos a usarlo a diario desde pequeños, ese gesto se convertirá en una rutina que no cueste nada seguir de mayor. Lo mejor que puedes hacer hoy por tu piel de mañana es aplicar filtro solar.
3. Hidratación ligera diaria: el que la piel teen se muestre más grasa de lo habitual no quiere decir que haya que secarla y retirarle toda el agua. Una crema hidratante libre de aceites es la solución perfecta para prevenir todos los daños fruto de las agresiones medioambientales.
4. Exfoliación semanal. La idea es hacer una limpieza profunda, pero respetuosa y suave, de forma periódica para liberar el tapón producido en los poros por el exceso de grasa.
5. Comer fruta y verdura fresca. Un punto complicado, pero siempre es beneficioso recordar que las vitaminas presentes en este tipo de alimentos favorecen lucir una piel más luminosa y equilibrada. Por algo somos lo que comemos.
6. Evitar el tabaco y el alcohol. Si no es por el efecto negativo que tienen en el desarrollo de un organismo todavía inmaduro, quizá convenga recordar que su ingesta reseca terriblemente la piel y favorece una oxidación celular prematura, mostrando signos de envejecimiento y un color cetrino antes de tiempo.
7. Tratamientos médico-estéticos. Siempre que el profesional lo paute, existen múltiples protocolos que un adolescente puede recibir para mejorar la condición de su piel. Desde peelings químicos a mesoterapia facial (vitaminas, hialurónico, péptidos), todos destinados a paliar las principales preocupaciones de ese momento: renovar la piel, cerrar poro, iluminar, etc.