Con la llegada del buen tiempo y del calor, el pelo queda expuesto de forma directa a la radiación solar que provoca su deshidratación. Los rayos ultravioleta penetran en las cutículas debilitando los folículos pilosos de forma que la salud del cabello se deteriora y muestra un aspecto seco y áspero.
En este sentido, MC360, clínica especializada en salud capilar, destaca que los efectos de la incidencia solar en el cabello dependerán de si se toma el sol en la piscina o en la playa, siendo más perjudicial este último paraje.
El agua del mar está compuesta por salitre que ejerce un efecto lupa que atrae los rayos solares, el viento produce mayor sequedad y los minerales marinos que contiene la arena provocan la oxidación del cabello. “Tomar el sol en la playa es más perjudicial para nuestro cabello que hacerlo en la piscina porque todos sus componentes provocan su destrucción progresiva”, destaca el doctor Pablo Naranjo, director médico de MC360.
El pelo necesita alrededor del 17% de agua para mantenerse hidratado y para reducir los efectos que el sol provoca
El pelo necesita alrededor del 17% de agua para mantenerse hidratado y para reducir los efectos que el sol provoca en el cabello se deben tener en cuenta precauciones previas y un cuidado posterior para recuperarlo, devolviéndole un aspecto saludable. La mejor barrera para evitar que los rayos ultravioleta estropeen el cabello es cubrir la cabeza con un pañuelo, gorra o sombrero. "Haremos que nuestro pelo aguante mejor la exposición si aplicamos aceite solar una vez a la semana y lo dejamos actuar toda la noche", asegura Naranjo.
Para evitar que los cabellos teñidos o los que se han sometido a algún tratamiento sufran alteración en su forma o color deben prepararse con la aplicación de un protector solar indicado para el cabello. Hay que tener especial cuidado con los cabellos lisos puesto que presentan muy poco grosor y esto hace que la deshidratación se produzca rápidamente, al contrario que ocurre con el pelo rizado, que suele ser de mayor grosor y es más fuerte y resistente.
Después del verano conviene realizar los lavados aplicando champús sin parabenos ni sulfatos y desde MC360 aconsejan que se realicen con agua templada. "Prescindiremos, además, de un uso excesivo del secador o las planchas", recomienda el doctor Naranjo.