El invierno es la época recomendada por los expertos para tratar las varices, esas dilataciones de las venas provocadas normalmente por un fallo valvular por el que la sangre se estanca en las venas y en los tejidos de las extremidades. El motivo de elegir esta época del año como las más propicia es que tras su tratamiento pueden aparecer pequeños hematomas que se deben proteger del sol para que no acaben convertidos en manchas.
Las varices son la manifestación más habitual de lo que se denomina Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), una patología con una importante incidencia. Se estima que afecta a un 30% de la población, según datos del Capítulo Español de Flebología, aunque las cifras varían por el alto índice de infradiagnóstico existente.
La herencia genética y la edad son los elementos que más influyen en la aparición de las varices, si bien hay que tener en cuenta otros factores, como el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo y la exposición al sol.
Por sexos, son las mujeres las que más las padecen, sobre todo porque las varices se incrementan durante los embarazos debido a que a medida que el útero crece se aumenta la presión sobre las venas de las piernas.
En cuanto al tratamiento, ''las varices pueden ser tratadas mediante láser o múltiples inyecciones de líquidos esclerosantes, o, en casos severos, cirugía. Será el dermatólogo quien deba valorar la cantidad, el tamaño y la profundidad de las venas como factores decisivos para determinar el tratamiento'', afirma el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
La herencia genética y la edad son los elementos que más influyen en la aparición de las varices
''La esclerosis vascular consiste en inyectar en el interior de los vasos afectados activos, esclerosantes para provocar una reacción inflamatoria controlada en las paredes internas del vaso a tratar, de tal forma que remita su dilatación excesiva'', explica el doctor. En este caso, será el especialista el que valore el número de tratamientos a aplicar dependiendo de la extensión de la zona a tratar, aunque lo habitual suele ser una vez a la semana. Acabado el proceso, el paciente recibe un vendaje compresivo en la zona tratada durante dos días.
''En el caso del láser, el que mejor resultados ofrece es el de Nd:YAG. Funciona coagulando el vaso sanguíneo por calentamiento de forma que se reabsorbe de forma natural y acaba desapareciendo'', comenta Miguel Sánchez Viera.
Pero además de las varices, el invierno es también una buena época para tratar las poco estéticas arañas vasculares que se producen por la dilatación de un pequeño vaso superficial sobre el que aparecen prolongaciones radiales de vasos sanguíneos más finos. Las arañas vasculares pueden presentarse en distintas partes del cuerpo, por ejemplo en las piernas, como un paso previo a la aparición de varices, o incluso en la cara, lo que hace que el problema sea bastante estético.
Sánchez Viera señala que ''el tratamiento debe hacerse en invierno, sobre todo, si las arañas vasculares han aparecido en la cara, ya que la luz es mucho menos intensa y usando un protector solar con un factor de protección 50 evitaremos que quede ninguna manchita provocada por el tratamiento''.
El tratamiento más recomendable para acabar con las arañas vasculares es con láser, aunque si estas aparecen en las piernas también pueden utilizarse sustancias esclerosantes. ''Ambos tratamientos funcionan a la perfección y son muy rápidos, ya que al ser venitas muy finas y superficiales, los resultados se aprecian muy rápidamente'', explica Sánchez Viera.
Para las arañas vasculares que aparecen la cara (mejillas, nariz), lo más recomendable son los láseres vasculares como el PDL o el KTP, que proporcionan un excelente resultado médico y estético. El paciente podrá reincorporarse prácticamente de inmediato a su vida diaria teniendo en cuenta que la zona tratada debe estar muy bien protegida del sol para evitar que queden manchas. Las sesiones dependerán de la evolución de cada paciente.