Hace unos días, Lola Lolita compartía con sus más de 3 millones de seguidores de Instagram cómo lleva sus sesiones de láser para retirar las marcas faciales de su rostro con motivo del acné. La popular influencer lleva un año de tratamiento en el que ha notado una mejoría radical, a pesar de que cada vez que sale de la clínica su cara se vuelve roja: “Como veis, ahora tengo todas las marcas de los pistoletazos, pero no es un láser súper heavy porque mañana ya me vuelvo a maquillar. Tengo la cara hecha un cristo”.
Para acercarnos un poco más a este tipo de protocolos faciales, hemos contactado con la médico estético Verónica López, alergóloga y especialista en tratamientos inyectables faciales en la Clínica Dermatológica Internacional. La experta en el cuidado de la piel nos explica que existe un láser específico para quitar las manchas de la piel, el Q-Switched, “un láser que tiene apetencia por los clomóforos”.
Se trata de un láser que actúa sobre las marcas en general, ya sean causadas por el sol o por el acné, entre otras. No obstante, la doctora recuerda que “algunas manchas son más difíciles de quitar”, como el melasma, por lo que es importante obtener valoraciones clínicas para saber qué tratamiento puede resultarnos más efectivo. El láser Q-Switched actúa sobre diferentes tipos de manchas (puntos rubíes, manchas muy oscuras, manchas más superficiales, o manchas más profundas) y trabaja cada mancha de forma específica. “Es el láser por excelencia para las manchas más notables”.
Otro de los protocolos que existen es el IPL (Luz Pulsada Intensa) o luz pulsada, un tratamiento que tiene apetencia por lesiones pigmentadas. Si bien ofrece buenos resultados en manchas claras, “en manchas muy potentes u oscuras no va a ser tan efectivo” por esta misma razón y, de hecho, podría dañar la piel sana. Así que sólo es recomendable utilizarlo en pacientes con fototipos claros.
Además, podemos encontrar el láser fraccionado. Esta tecnología “es un poco más potente que el Q-Switched y la luz pulsada y podría servir para tratar melasmas y lesiones más difusas”. “En vez de tener apetencia por la mancha en sí, lo que hace es actuar donde tenemos agua. Por eso es importante estar bien hidratados cuando nos hacemos este tipo de láser, para que coja esa agua y nos trate mejor”. Además, la doctora nos explica que existen diferentes tipos de longitud de onda para este tratamiento, las cuales permitirán trabajar la piel a distintas niveles: a mayor profundidad se actúa sobre las cicatrices y a menor se trabaja el rejuvenecimiento facial para suavizar pequeñas arrugas o muy superficiales.
"Los láseres no ablativos no dañan el tejido sano porque sólo se trabaja sobre la dermis que se desea tratar"
La experta señala que, actualmente, casi todos los láseres que se utilizan son no ablativos, es decir, “no dañan el tejido sano porque sólo se trabaja sobre la dermis que se desea tratar”. Esto facilita mucho el proceso de recuperación de la piel, pues “simplemente existirá un poco de rojez”. Ese enrojecimiento puede durar una semana aproximadamente, aunque los dos o tres primeros días puede estar más sensible o irritada.
Al no dañar la epidermis, estos tratamientos sí permiten que la paciente haga uso de su maquillaje como normalmente. La única diferencia que puede notar durante su rutina es que, a la hora de aplicarse sus cosméticos, la piel va a reaccionar más a ellos, pudiendo presentar irritación o picor. Por ejemplo, puede haber más molestias a la hora de aplicarse la vitamina C o la protección solar. En el caso de que la paciente esté usando activos más agresivos en su rutina cosmética como el retinol, el consejo de la doctora es dejar de aplicarlo durante los 3 días previos y en la semana de post tratamiento.
"La protección solar es fundamental porque, de lo contrario, podemos tener el efecto contrario al que esperamos"
Respecto al número de sesiones y frecuencia, la Dr. López indica que lo habitual es recibir una sesión al mes o cada seis semanas, “todo depende del tiempo de recuperación de la paciente”. Generalmente, son tratamientos que sólo se practican en invierno para evitar las hiperpigmentaciones en la piel. De hecho, la experta insiste es que el uso de la protección solar se vuelve más indispensable que nunca por este mismo motivo, pues “podemos tener el efecto contrario al que esperamos”, concluye.