Junto a las ojeras, las bolsas y las patas de gallo, hay otro problema que afecta a la zona de la mirada con el paso de los años: los párpados caídos. ¿Por qué envejecen? Principalmente por dos razones: la primera es porque la ceja descienda y, por lo tanto, provoca a su vez que el párpado descienda también. La otra razón es que haya una flacidez y un exceso de piel y de tejidos entre la ceja y la pestaña. Son dos causas totalmente diferentes que se tratan de forma distinta.
Los párpados son los encargados de proteger los globos oculares de la suciedad y sequedad. Incluso cuando dormimos, trabajan para mantener nuestros ojos hidratados y libres de residuos. Se trata de la piel más fina del cuerpo (menos de 1 mm), unida a un pequeño músculo que los mantiene en su sitio y permite que la piel se mueva hacia arriba y hacia abajo cuando abrimos y cerramos los ojos.
A los párpados caídos se les conoce también como blefaroptosis, problema que se produce cuando esos músculos que se conectan al párpado superior o bajo la ceja se debilitan o dañan. Solo es necesario que uno de estos músculos se deteriore para que se produzca la caída, lo que lleva a que el párpado parezca flojo o cansado, y a que caiga justo encima del ojo. Aunque generalmente es puramente un problema estético, en algunos casos puede afectar a la visión y dificultar la realización de las tareas cotidianas. Además, puedes notar que los ojos se irritan más fácilmente o provocar dolor alrededor de los ojos, con migrañas si la afección está muy avanzada.
En algunos casos puede afectar a la visión y dificultar la realización de las tareas cotidianas
Entre las causas de este debilitamiento o daño, las más habituales son el proceso de envejecimiento natural, la genética, la medicación o enfermedades como el síndrome de Horner o la miastenia gravis, pero también un mal uso de lentillas oculares, complicaciones de una cirugía e incluso por accidentes o tumores cerebrovasculares.
SIN CIRUGÍA
Para solucionar unos párpados caídos no es necesaria la blefaroplastia, procedimiento quirúrgico con bisturí que elimina el exceso de piel, músculo o grasa, ya que es invasiva y ocasiona hinchazón y dolor durante días, pudiendo dejar cicatrices. Una opción más recomendable son los tratamientos cosméticos, que podemos realizar en casa con buenos productos:
“Por ejemplo, la aplicación de un contorno de ojos que tenga la capacidad de tonificar y reafirmar específicamente esta piel, tanto párpado superior (doble pliegue) como inferior. También, con efecto antiglicación y una buena dosis de aminoácidos de colágeno, y que solucione otros problemas como bolsas, patas de gallo, ojeras o flacidez”,aconseja Esperanza Sáenz, de la firma sevillana Nezeni Cosmetics.