Desmontando el mito de las manchas blancas y la falta de calcio

Todos hemos tenido manchas blancas en las uñas alguna vez, ya sea de forma temporal o permanente y sobre todo cuando éramos niños. Ante esto, siempre hemos escuchado que era síntoma de una falta de calcio y algunos otros mitos que han girado en torno a estas manchitas, denominadas leuconiquia, sobre los que como en muchas otras cosas, la tendencia de la sabiduría popular a la leyenda urbana se equivoca una vez más…

Para salir de dudas sobre este tema, desde Estetic.es nos hemos puesto en contacto con el doctor Miguel Sánchez Viera, dermatólogo y director del Instituto de Dermatología integral, quien nos ha explicado que estas manchas son causadas por pequeños golpes o lesiones que nos damos en la base de la uña o cutícula cuando estamos haciendo cualquier actividad manual y que aparecen semanas después de que se haya producido la microlesión.

“La leuconiquia no indica ninguna patología, sino que únicamente puede suponer un problema estético”, indica el doctor, aunque establece que el caso de que la uña entera sea de color blanco o las manchas sean muy grandes sí podrían ser consecuencia de algunas enfermedades como la insuficiencia renal crónica o la cirrosis hepática.

Resulta que para evitar estas manchas es poco lo que podemos hacer… Y es que como bien dice el doctor, “los golpes son muchas veces inevitables, aunque también hay que tener cuidado con las manicuras agresivas, que también pueden producir microlesiones de las que no somos conscientes”.

De todas formas, el doctor Sánchez recomienda acudir al dermatólogo cuando aparezca inflamación, dolor, supuración, sangrado o ruptura espontánea de la uña; así como si apreciamos una banda de color marrón o negro y, en general, cuando haya un cambio importante de color.

CUIDADOS PARA LA SALUD DE LAS UÑAS

Las uñas sanas, según el especialista, no requieren unos cuidados específicos. Pero hay algunas pautas que sí pueden ayudarnos:

1. Mantener una alimentación correcta y completa en la que no falte ningún tipo de alimento.

2. No abusar de las manicuras y pedicuras: pueden dañar la uña si el limado es muy agresivo y pueden volverse amarillas al desmaquillarlas por no utilizar productos adecuados o no dejar que la uña “respire” un tiempo entre manicuras y pedicuras.

3. Utilizar productos específicos para manos y uñas: nos ayudará a tener unas uñas más sanas a la vez que unas manos más hidratadas.

4. No morderse las uñas, ya que no solo estamos “cortando” la uña de forma desigual, sino que este acto suele estar acompañado de la aparición de heridas alrededor de las uñas, los conocidos “padrastros”, que pueden provocar infecciones.

5. No utilizar productos cuya procedencia se desconozca o si no han pasado todos los controles sanitarios.


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