Eliminar la grasa localizada de determinadas partes del cuerpo como el abdomen, los muslos o las cartucheras, haciendo deporte o cuidando la alimentación, nunca ha sido tarea fácil. Afortunadamente, gracias a los avances en medicina estética podemos ahorrarnos horas de sufrimiento y desánimo.
La llegada del otoño nos lleva a cometer un gran error: olvidar el cuidado del cuerpo hasta unas semanas antes de la llegada del verano, pero el objetivo en The Beauty Concept es concienciar sobre la prevención para lograr un correcto mantenimiento.
''Estamos trabajando con la Intralipoterapia, un tratamiento no quirúrgico, eficaz y seguro que ataca las adiposidades en áreas corporales a través de infiltraciones subcutáneas que disuelven el tejido adiposo'', explica el doctor Paolo Facchinei.
La llegada del otoño nos lleva a cometer un gran error: olvidar el cuidado del cuerpo hasta unas semanas antes de la llegada del verano
''Se trata de un procedimiento de medicina estética que tiene por objetivo eliminar el exceso de células grasas. Las áreas más comúnmente tratadas son las caderas, los muslos, las rodillas, los tobillos, debajo de los glúteos, el abdomen, la espalda o debajo del mentón. Aunque también es frecuente tratar la parte superior de los brazos y rostro. En definitiva, se puede aplicar donde la grasa localizada nos resulte un problema'', añade.
''El producto que infiltramos contiene antioxidantes y sustancias que degradan y eliminan los lípidos, tales como como la L-Carnitina, la cafeína, el ácido succinico y saponinas'', destaca.
PROCEDIMIENTO
Después de recibir un diagnóstico personalizado, ''porque ninguna piel es igual y ningún paciente se parece a otro'', apunta Paz Torralba, directora de The Beauty Concept, se procede al tratamiento en función de los objetivos, inyectando el producto con una cánula en la zona a tratar.
El procedimiento es prácticamente indoloro, ya que se aplica anestesia subcutánea para poder introducir la cánula sin molestias. A través de una cánula, se introduce directamente el producto en el tejido adiposo, se licúa la grasa y acaba con los lípidos. Estos se eliminan de forma natural a través del sistema linfático.