Con el paso del tiempo la piel comienza a sufrir los signos del envejecimiento como son flacidez, sequedad, falta de elasticidad, aparición de arrugas y disminución de la capacidad regenerativa… Pero no todas las arrugas son iguales.
Las arrugas dinámicas son tributarias del gesto, ya que aparecen y desaparecen con la contracción y relajación del músculo subyacente. Por su parte, las arrugas estáticas, también llamadas arrugas refractarias o pasivas, marcan la piel de forma permanente por la conformación anatómica de ciertas regiones faciales o corporales.
En concreto, se trata de líneas que aparecen inicialmente en las zonas de mayor tensión merced a la mímica y se van pronunciando de forma indeleble con el tiempo porque suponen una fractura cutánea que no responde a la toxina botulínica ni a los rellenos dérmicos o subdérmicos.
Para estas líneas refractarias está destinado el blanching, la nueva alternativa al bótox, completamente indolora de relleno multipunto que las difumina una a una, sin alterar la expresión.
La técnica consiste en una infiltración multipunto, que se realiza a lo largo de la arruga y se caracteriza por ser superficial, seriada y anterógrada
Y es que el Blanching es el tratamiento elegido por Instituto Médico Láser (IML) para “planchar” este tipo de arrugas estáticas e indelebles, que no responden o no deben tratarse con bótox, pero tampoco con materiales convencionales de relleno.
Así, esta técnica consiste en una infiltración multipunto, que se realiza a lo largo de la arruga y se caracteriza por ser superficial, seriada y anterógrada. Esta multipunción seriada, que difumina las arrugas con mínimas cantidades, requiere una mano ejercitada para inyectar micro-depósitos justo sobre la dermis. La técnica permite la incorporación inmediata a la vida cotidiana y se lleva a cabo en una sola sesión de 20 minutos.
El Blanching es ideal para esas diminutas arrugas en el entrecejo, así como arrugas horizontales y oblicuas de la frente. De igual modo, este tratamiento también combate las patas de gallo, con independencia de lo fina que sea la piel, arrugas finas en las mejillas, de la comisura, arrugas horizontales en el cuello, arrugas del canalillo en el escote, así como las arrugas de los codos, de las rodillas y del empeine.