Sabemos que vivimos rodeados de microorganismos que condicionan nuestra salud. Algunos son buenos y viven en nosotros, ayudándonos a resistir a muchas enfermedades y a digerir los alimentos, incluso a condicionar nuestro olor. Pero otros son patógenos y pueden causarnos problemas de salud e infecciones. Hoy venimos a hablar de un parásito que está a medio camino y que influye al órgano más grande de nuestro cuerpo: la piel. Hablamos del demodex.
Por lo general, este parásito vive tranquilamente en la piel de nuestro rostro, cohabitando con el resto de microorganismos. Pero en algunas personas puede descontrolarse y crecer sobremanera, desencadenando algunos problemas cutáneos. La dermatóloga Paloma Borregón(@dra.paloma.borregon) ha hablado sobre el demodex a través de Instagram, dejándonos las claves para conocer cuándo debemos preocuparnos ante su presencia:
¿QUÉ ES EL DEMODEX?
El demodex es un ácaro que habita en nuestra piel, en nuestras glándulas sebáceas, alimentándose del sebo que producimos. No mide más de 0,4 milímetros de longitud, tiene un aspecto blanquecino y su ciclo vital es de unos 15 días. En palabras de la experta, “es un parásito que tenemos todos en la piel de la cara, pero que en algunas personas crece exageradamente y es necesario tratarlo porque si no produce aspereza, descamación y picores en la piel. También se relaciona con la rosácea y con la dermatitis seborreica”.
¿CÓMO LOCALIZARLO EN NUESTRA PIEL?
Por lo general, las pieles grasas son las que más lo van a sufrir, ya que está relacionado con la producción de sebo cutáneo. ¡Recuerda que es su alimento! Pero para identificarlo, la dermatóloga nos ha enseñado cómo podemos buscarlo en nuestra piel: “Vemos puntitos blancos que significan que hay obstrucción de los folículos porque este parásito se alimenta de la queratina que hace nuestra propia piel. Podemos verlos por estas zonas rojas, descamativas, irritadas, ásperas”, explica ante un ejemplo visual.
“Los puntitos blancos se llaman espículas. Algunos, como en este caso, se ven sin necesidad de coger la lupa. Y en algunos casos, cogemos la lupa y podemos ver que esos puntitos blancos están ahí”, señala la doctora. “Si los tenéis, no hay que asustarse. Los tenemos todo el mundo, pero en algunas personas estos parásitos se hacen más fuertes, crecen de más y producen estos síntomas”. La Dra. Borregón apunta a que el estrés es una de las principales causas, “ya que nuestras defensas se alteran un poco y lo mismo que a algunos les brota un herpes en los labios, a otros se les desmadra el demodex”.
¿QUÉ TRATAMIENTO NECESITA?
En los pacientes con un crecimiento desproporcionado de demodex, existe un tratamiento dermatológico al que pueden recurrir. La dermatóloga destaca el antiparasitario en crema o en vía oral en dosis única. Pero para poder acceder a él, nos recuerda que debemos acudir al dermatólogo porque necesita receta médica. Adicionalmente, deberíamos complementarlo con una rutina de higiene facial diaria para evitar el exceso de sebo y eliminar la suciedad de los poros.