En un mundo cada vez más acelerado, donde las presiones diarias y las exigencias sociales son constantes, cuidar de uno mismo se ha convertido en una prioridad. El bienestar integral, que abarca tanto la salud física como la mental, es fundamental para alcanzar una vida plena y satisfactoria. Sin embargo, a menudo cometemos errores en nuestras rutinas de cuidado, especialmente en lo relativo al cuidado facial.
En este contexto, la experta en belleza y fundadora de EM Studio, Esther Moreno, desvela los errores más comunes que cometemos en nuestra rutina de cuidado facial y que pueden estar saboteando la salud y belleza de nuestra piel.
Olvidar la limpieza diaria. La limpieza es el primer paso y uno de los más importantes para mantener una piel sana. Moreno insiste en la importancia de limpiar la piel mañana y noche para eliminar impurezas, sebo y restos de maquillaje. "Una limpieza adecuada prepara la piel para recibir los beneficios de los productos que aplicamos después", afirma la experta.
"Una limpieza adecuada prepara la piel para recibir los beneficios de los productos que aplicamos después"
Descuidar la protección solar. Los rayos UV son los principales responsables del envejecimiento prematuro de la piel. "El protector solar es imprescindible todos los días del año, independientemente del clima", advierte Moreno.
Tocar la cara con las manos sucias. Nuestras manos están en constante contacto con gérmenes y bacterias. Tocar el rostro sin lavarse las manos puede provocar brotes y otras irritaciones.
Usar agua caliente para limpiar la piel. El agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, dejándola seca y sensible. Lo ideal es utilizar agua tibia para mantener el pH de la piel equilibrado.
Exfoliar en exceso. La exfoliación es beneficiosa para eliminar las células muertas, pero hacerlo en exceso puede dañar la barrera cutánea y provocar irritación. Moreno recomienda exfoliar la piel de forma moderada y elegir productos adecuados para cada tipo de piel.
No personalizar la rutina de cuidado facial. Cada piel es única y tiene necesidades diferentes. Usar productos que no son adecuados para nuestro tipo de piel puede empeorar los problemas existentes y causar nuevos.
Usar productos que no son adecuados para nuestro tipo de piel puede empeorar los problemas existentes y causar nuevos
¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN?
Según Esther Moreno, la clave está en una rutina de cuidado facial personalizada y adecuada a las necesidades de cada piel. Esta rutina debe incluir:
- Limpieza. Con productos suaves y adecuados para tu tipo de piel.
- Hidratación. Para mantener la barrera cutánea y evitar la deshidratación.
- Protección solar. Indispensable para prevenir el envejecimiento prematuro.
Además, la experta recomienda consultar con un profesional de la belleza para que te asesore y te ayude a crear una rutina personalizada. Aún así, siguiendo estos consejos y evitando los errores más comunes, podrás disfrutar de una piel sana, radiante y llena de vitalidad.