¿A quién no le gusta disfrutar del verano, aprovechando al máximo los días de sol y playa? Gracias a la exposición solar nuestro cuerpo sintetiza la vitamina D, un componente fundamental que se encarga de absorber el calcio (mineral esencial para nuestra estructura ósea), de la prevención de problemas óseos como la osteoporosis y también contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune. Pero ya es sabido por todos nosotros que debemos tomar el sol de forma controlada y segura para cuidar de nuestra propia salud, especialmente de nuestra piel.
¿Cómo afecta el sol a nuestra piel?Para responder a esta pregunta, nos hemos puesto en contacto con los expertos de Iroha Nature, quienes nos explican que “la piel sufre ante la exposición a los agentes externos, como pueden ser las situaciones extremas de temperatura. Sin embargo, en verano, con las radiaciones solares más intensas, se intensifica la aparición de problemas como la sequedad, las arrugas y manchas. A esto, tenemos que sumarle los efectos nocivos de la sal del mar y del cloro de las piscinas, que aumentan la deshidratación”.
"Aunque darse un baño o tomar el sol de manera moderada tiene numerosos beneficios, también puede afectar directamente a la salud de nuestra piel"
Estas son las posibles consecuencias del daño solar en la piel:
- Eritemas y quemaduras solares.
- Manchas por hiperpigmentación.
- Deshidratación de la piel.
- Alergias, eccemas o reacciones cutáneas.
¿CÓMO REPARAR LA PIEL DEL ROSTRO DESPUÉS DEL SOL?
Los expertos recomiendan que después de la exposición solar “es imprescindible hidratar en profundidad nuestra piel y repararla de los posibles daños que haya podido sufrir”. Para ello, debemos utilizar un aftersun adecuado y adaptado a nuestras necesidades, de tal manera que nuestra barrera cutánea no se resienta y podamos seguir luciendo una tez radiante.
Desde la empresa cosmética, recomiendan las mascarillas aftersun reparadoras y nutritivas, que “presentan un innovador formato para hidratar, reparar la piel castigada por el sol y reforzar las defensas de la dermis de forma eficaz y sencilla”. Este producto es de fácil aplicación y aporta un efecto de alivio inmediato, penetrando en la piel de forma prolongada para cuidar de su microbiota y reforzar su función de barrera cutánea. Además, son excelentes para combatir el envejecimiento prematuro.
Estas mascarillas son cada vez más la opción preferida para muchas personas porque son capaces de prolongar el bronceado del rostro, siempre y cuando haya cogido color durante la exposición solar. Además, por su pequeño tamaño, son perfectas para trasladar en tu neceser para viajes y vacaciones, y así seguir cuidando de nuestra piel allá donde nos desplacemos. Asimismo, “son 100% biodegradables y su formulación no contiene alérgenos, un motivo más por el que estas mascarillas suponen el aliado perfecto en verano para todo tipo de pieles y necesidades”.