Sentirse bien por dentro es verse bien por fuera. Aunque no lo creas, la piel y las emociones tienen un vínculo estrecho entre ellas, por eso se dice que nuestro rostro es el reflejo de nuestros sentimientos.
La piel, habitualmente es uno de los mayores indicadores de nuestro estado mental y anímico. Cuando nos encontramos felices, nuestra piel suele lucir más tersa y luminosa. Sin embargo, cuando estamos tristes o estresadas, la piel manifiesta enrojecimiento, acné e incluso psoriasis.
Mariona Vilanova, facialista, presenta un plan de siete días con el que aprender a esculpir y embellecer la piel de manera que se regenera de dentro hacia fuera. Por ello, y en línea con el concepto Slow Beauty, la experta afirma que poner consciencia en nuestra salud es potenciar una belleza sin edad.
La piel es uno de los mayores indicadores de nuestro estado mental y anímico
De este modo, con el objetivo de potenciar la energía femenina y ofrecer una visión holística y no invasiva del bienestar, Mariona ha creado una serie de rituales muy fáciles y placenteros para regenerar la piel que tienen lugar en el tocador.
A lo largo del reto, se experimentan grandes beneficios, tanto físicos como emocionales. Este plan de automasajes diarios es el paso definitivo para adquirir hábitos saludables y lucir una piel joven y radiante en tan solo una semana.
Entre los beneficios que podrás obtener con estos automasajes, se encuentran: reducir las bolsas, ojeras y doble mentón, eliminar las líneas de expresión y esculpir las facciones. Además de tener un impacto directo en las emociones. Consta de siete días en los que se trabaja: Un escote firme y liso, definición de la línea de la mandíbula y embellecer los labios, subir los pómulos, unos ojos grandes y almendrados, despejar la frente y borrar las líneas de expresión, conseguir un pelo fuerte y brillante, y potenciar los resultados.
Además, los automasajes faciales ayudan a estimular la circulación sanguínea, reduciendo así la tensión, lo que te ayudará a relajarte después de un día agotador.