Seguro que tú también te has levantado, alguna vez, con una espinilla enorme y dolorosa en la cara. Y es que, según la Academia Estadounidense de Dermatología, el acné es una de las afecciones cutáneas más frecuentes. No obstante, los dermatólogos señalan que existen varias formas de combatir el acné. ¡Presta atención!
1. Lava tu piel antes de tratarla. Usa un limpiador suave y sin fragancia mientras te lavas la cara.
2. Aplica hielo para reducir el dolor y la hinchazón. En cuanto te notes alguna espinilla o granito, envuelve un poco de hielo en una toalla y aplícatelo en la zona alrededor de 10 minutos.
3. Aplica productos que contengan peróxido de benzoilo. Esto puede ayudar a matar la bacteria que causa el acné. Eso sí, asegúrate de aplicar una capa muy delgada ya que usar demasiado puede irritar la piel.
4. Aplica una toallita caliente cuando se empieza a formar la punta blanca del granito. Para ello, moja una toalla con agua caliente y aplícatela en el grano por un tiempo de 10 a 15 minutos. Intenta que el agua no esté demasiado caliente para no quemar tu piel.
5. No aprietes el grano. Si lo haces, puede notarse más y aumentar el riesgo de infección, decoloración y cicatrices.
6. No apliques pasta de dientes en la zona. La pasta de dientes contiene varios ingredientes que pueden obstruir los poros e irritar la piel, como el peróxido de hidrógeno, el bicarbonato de sodio, el alcohol y el metanol.
7. No apliques tratamientos caseros encontrados en Internet. Hay muchos consejos en Internet que promueven remedios ''naturales'' para el acné, sin embargo, solo porque algo sea natural no significa que sea bueno para tu piel. Incluso si un ingrediente natural es bueno para tu piel, podría combinarse con otro ingrediente que podría ser dañino.
8. Visita a tu dermatólogo. Si necesitas una solución urgente, un dermatólogo puede proporcionarte una inyección de cortisona, que puede ayudar a que el grano desaparezca en unas pocas horas o días. Además, también puede recomendarte tratamientos para ayudar a prevenir futuros brotes, como un retinoide o antibióticos.