Desde hace meses oímos hablar del contouring, la nueva técnica de maquillaje que nos descubrió, entre otras, Kim Kardashian, y que desde entonces no dejamos de ver en todas partes.
Según explica CristinaSantigosa, e-marketing manager de Lola Make Up, “el contouring es una técnica de maquillaje basada en la técnica pictórica del claroscuro, en la que se juega con tonos claros, tonos medios y tonos oscuros para aportar perspectiva y crear volúmenes”.
Se puede aplicar tanto a nivel facial como corporal, lo importante es partir de un tono claro y un tono oscuro para trabajar los volúmenes con ellos. “El tono oscuro se aplica en la zona a la que se quiere dar profundidad, y el claro a la que se quiere resaltar. Este detalle es sencillo en el caso de un pómulo, donde se aplica el oscuro bajo el hueso y el claro encima”.
Sin embargo, en el caso de los ojos es diferente, “si queremos distanciar dos ojos muy juntos, aplicaremos tonos claros en la parte interior y tonos oscuros en el exterior; pero en el caso de unos ojos muy separados habrá que jugar con una sombra media en el interior y no alargar los delineados”, indica la experta.
Además, en los labios también se puede aplicar el contouring para aumentar su volumen. “Aplicando un tono claro en el centro del labio y uno oscuro en la comisura”.
En cualquiera de estos casos, es fundamental trabajar bien el difuminado entre un tono y otro para que no se noten los cortes.
El objetivo principal de esta técnica es corregir y aumentar los volúmenes naturales, de modo que es cuestión de observarse y trabajar allí donde vamos a obtener el resultado deseado. “No es la técnica más sencilla de todas, pero con práctica y un poco de maña, te puedes hacer un contouring discreto y funcional en cuestión de cinco minutos”.