La suavidad y luminosidad de la piel empieza por una buena limpieza a fondo y eliminación de las células muertas e impurezas que impiden un bronceado uniforme.
Por ello, en Chi Spa disponen del peeling de mojito, un tratamiento que combina la acción mecánica del arrastre, con la química de sus ingredientes, ya que contiene los ingredientes de esta famosa bebida cubana: azúcar moreno, limón (en forma de aceite esencial), aceite de almendras (sustituyendo el ron) y hojas de hierbabuena, aportando los beneficios aromáticos de sus propiedades.
Así, el limón ayuda en estados depresivos, resignación, falta de confianza en uno mismo, así que ahora mejor que nunca para el verano. La hierbabuena tiene un efecto relajante y refrescante. El azúcar moreno, al no estar refinado, contiene más humedad, por lo tanto proporciona más hidratación y un arrastre agradable y muy eficaz.
La suavidad y luminosidad de la piel empieza por una buena limpieza a fondo y eliminación de las células muertas e impurezas que impiden un bronceado uniforme
Todos estos ingredientes están sumergidos en aceite de almendras, que esta extraído por presión de la semilla, y se ha utilizado desde hace milenios para mejorar la apariencia y el estado general de la piel, especialmente en casos de sequedad, deshidratación o descamación. Rico en vitaminas A y E, proteínas, sales minerales y ácidos grados, el aceite de almendras es muy nutritivo y apto para todo tipo de piel, especialmente para las más sensibles y secas.
¿Cómo es el tratamiento? La mezcla de todos los ingredientes se aplica por todo el cuerpo mediante un masaje manual a base de lisajes ascendentes. Estas maniobras de arrastre, que se ejecutan durante 25 minutos en todo el cuerpo, están destinadas a eliminar células muertas, limpiar en profundidad, suavizar, iluminar y activar la circulación.
Después de una ducha refrescante, se realiza un masaje corporal de 30 minutos con aceite de almendras para conseguir una hidratación intensa. El protocolo consiste en trabajar con lisajes suaves de sentido ascendente para ayudar a la circulación. Se inicia por un pie para seguir por la pierna, la espalda y llegar al brazo y la mano. Luego se trabaja el lado contrario, y una vez dada la vuelta, se masajean las piernas, el abdomen, el pecho (opcional), escote y brazos.