1. Remite las arrugas y las líneas de expresión: para frenar el paso del tiempo de la manera más natural posible solo necesitas mezclar una clara de huevo con una cucharadita de mil y otra de harina de trigo y aplicarla sobre el rostro durante unos diez minutos. De esta forma verás reducidas esas pequeñas arrugas que comienzan a aparecer alrededor de los ojos y de la boca.
2. Acaba con bolsas y ojeras: puedes aplicar la clara de huevo sobre tus párpados limpios mediante un algodón empapado. Déjala unos minutos y cuando esté seca retírala con abundante agua. Es un truco infalible para aquellos días en los que el cansancio le pasa factura a tu rostro.
4. Hidratación extra: si el verano le ha pasado factura a tu rostro y notas unas zonas más resecas que otras, ¡toma nota! Solo necesitaras mezclar una clara de huevo con unas gotas de aceite de oliva y una cucharada de miel. Aplícala sobre tu cara y tu cuello y cubre tu rostro en una toalla empapada durante diez minutos antes de aclarar el mejunje. Te sorprenderán los resultados…
5. Calma las irritaciones: consiste en un descongestivo natural, por lo que está muy indicada una aplicación sobre el rostro casa dos semanas si se padece rosácea o dermatitis.
6. Tratamiento capilar: dejando el rostro a un lado, el huevo también hace maravillas por el cabello: desde facilitar el peinado y dotarle de un mayor volumen y brillo, hasta controlar el pelo seco o un cuero cabelludo graso. En este sentido la mascarilla se puede aplicar de distintas maneras, pero la mejor opción y la más sencilla es aplicar la clara batida, dejarla actuar durante treinta minutos, aclarar y, posteriormente, lavarte el cabello con tu champú habitual.
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