Cuando pensamos en el cuidado de la piel nos enfocamos unicamente en el rostro. En un esfuerzo por mantener una piel joven y brillante, muchas personas dedican mucho tiempo y dinero a perfeccionar un plan de protección solar, tratamientos de belleza en cabina y rutinas de skincare diarias. Pero con demasiada frecuencia, se pasa por alto un área importante: el escote.
Décolleté es una palabra francesa que describe el escote bajo del vestido o la blusa de una mujer y, en el mundo de la belleza, significa el área del pecho y el cuello que quedaría expuesta con una blusa escotada. Precisamente por esto último, la piel del escote es más delicada y sensible que otras zonas y, por tanto, hay que cuidarla con productos específicos.
¿Por qué es importante prestar atención a esta zona del cuerpo? A medida que envejecemos, la producción de colágeno y elastina disminuyen y, con ellas, la aparición de líneas de expresión y arrugas se manifiesta. En la piel del escote tenemos muchas menos glándulas sebáceas con respeto a la del rostro. De ahí que el envejecimiento cutáneo sea todavía más rápido que en otras zonas. De hecho, la piel del cuello, en particular, es mucho más delgada y frágil.
Esta flacidez viene causada por una serie de causas que le hacen envejecer prematuramente.
La piel de esta zona, particularmente fina, es pobre en glándulas sebáceas que segregan lípidos para proteger la epidermis de las agresiones externas y mantener una buena hidratación.
Además, la piel del cuello y del escote se pone a prueba a diario: polución, estrés, sol, malas posturas frente a las pantallas, pulverización de perfume directamente sobre la piel (el alcohol la reseca y puede ser responsable de la aparición de manchas pigmentarias).
Por último, la piel del escote puede verse comprometida mientras dormimos. ¿Por qué? Muy sencillo. Ciertas posturas que adoptamos al dormir, sobre todo de lado o uniendo ambos brazos, provocan que los pechos se junten provocando pliegues que, a la larga, desembocan en formación la de arrugas verticales.
¿CÓMO SOLUCIONARLO?
Belén Acero, titular de la farmacia de Avenida América, nos da las claves para luchar contra este problema, cada vez más frecuente entre las mujeres. En este sentido, recuerda que “es importante prestar especial atención a la piel del cuello y el escote a partir de la treintena, como medida preventiva, sin olvidar hidratar la piel y adoptar tratamientos reafirmantes especialmente diseñados para estas zonas”.
La piel del escote es más delicada y sensible que otras zonas y, por tanto, hay que cuidarla con productos específicos
Los retinoides son uno de los principios activos con mayor evidencia científica frente al envejecimiento del rostro. Al ser la piel de esta zona tan fina, es habitual que no se toleren a altas concentraciones como en el resto de la cara, por lo que optaremos por retinoides de mejor tolerancia como son los ésteres del retinol (por ejemplo, en el concentrado de vitamina A de nuestra marca) o el retinal (presente, por ejemplo, en el 0,1 retinal de GH). Además, si el escote está muy fotoenvejecido o manchado por una excesiva exposición solar, podremos utilizar tratamientos despigmentantes suaves.
También es interesante utilizar para esta zona cremas o sérums con péptidos y DMAE, activos pro-aging que aumentan la firmeza y la elasticidad de la piel, pero a la vez bien tolerados en la zona del escote. Por último, pero no por ello menos importante, no podemos olvidar hidratar la piel del cuello y el escote aplicando la crema hidratante habitual que usamos para el rostro.