El cuello es una de las zonas olvidadas que delatan nuestra edad. Su piel es más delicada y la pérdida de colágeno y ácido hialurónico con el paso del tiempo, hacen que dicha zona precise de cuidados específicos con el fin de mantener la piel firme y libre de arrugas.
Además, el uso continuado de los dispositivos tecnológicos ha dado lugar, en los últimos tiempos, a la aparición de un envejecimiento prematuro de la zona del cuello en pacientes jóvenes (entre 18 y 39 años aproximadamente), que se conoce como el síndrome tech-neck y, que además, de afectar al tono muscular de la columna y aumentar la rigidez y tensión de cuello y hombros, aumenta también las arrugas de una zona tan delicada y sensible como es la del cuello.
La doctora Natalia Ribé, especialista en Medicina Estética, presenta su nuevo protocolo: AMARNA para conseguir un cuello esbelto, firme e hidratado. Los resultados son naturales y progresivos y le confieren a una zona tan delicada y atractiva como el cuello, la elegancia que merece.
La técnica es dúo dinámica, por lo que permite trabajar a dos niveles, actuando de ese modo directamente sobre la laxitud y calidad de la piel de dicha zona.
TÉCNICA PERSONAL AMARNA
El cuello ha resultado siempre un signo de feminidad y sensualidad, de ahí que, en diferentes culturas, se haya potenciado y venerado la importancia de un cuello esbelto.
Amarna es el nombre con el que la Doctora ha bautizado su última técnica personal, en honor a Tell-el-Amarna, la capital del antiguo Egipto que revolucionó la época a nivel artístico a pesar de su corto periodo de tiempo.
La nueva técnica de la doctora Ribé consiste en una terapia dúo dinámica que trabaja a dos niveles: Revitalización Hydrostretch con Viscoderm Hydrobooster, tratamiento a base de ácido hialurónico estabilizado capaz de conseguir una doble función. Un efecto biológico, hidratando y reestructurando el tejido en profundidad, que junto a la acción mecánica permite trabajar las arrugas del cuello, consiguiendo un efecto tensor único de las arrugas más superficiales.
La técnica se realiza con 10-12 puntos de inyección con aguja, o con cánula con técnica lineal retrotrazante con un punto de entrada por cada lado
Gracias a las características de viscosidad y alta elasticidad, el gel Viscoderm Hydrobooster garantiza una óptima integración en el tejido. Es por ello el aliado perfecto de las áreas dinámicas del rostro y del cuello, ya que se adapta a cada zona.
La técnica de inyección se realiza con cánula con técnica lineal retrotrazante en abanico con un punto de entrada por cada lado y 2-3 trazos horizontales en la zona submentoniana.
Y la Bioremodelación con Profhilo que mejora la estructura y calidad de la piel a nivel superficial. A base de ácido hialurónico con dos pesos moleculares, Profhilo produce un efecto tensor que contrarresta la laxitud de la piel mientras la remodela. Con acción bio-regeneradora, que estimula la producción endógena, nutre las células de la dermis y recupera la firmeza de la piel con efectos a largo plazo.
La técnica se realiza con 10-12 puntos de inyección con aguja, o con cánula con técnica lineal retrotrazante con un punto de entrada por cada lado, dependiendo de las necesidades y tipología de paciente y siempre teniendo en cuenta la anatomía del cuello, asegurando los puntos de inyección con el fin de evitar posibles daños estructurales vitales. El grosor de la piel y la grasa submentoniana varía entre individuos y con el paso de los años y el envejecimiento.
RESULTADOS
Con la técnica personal AMARNA conseguiremos un cuello esbelto, firme e hidratado, que promueve la elasticidad y remodelación del soporte de la matriz extracelular, lo cual fomenta y mantiene la viabilidad de los fibroblastos, los queratinocitos y los adipocitos.
Resulta el tratamiento ideal para aquellas pacientes que desean ver resultados inmediatos respecto a la mejora de la laxitud cutánea, concretamente en el proceso fisiológico del tejido envejecido, en presencia de alteraciones en las fibras elásticas y colágeno, en el proceso de reparación del tejido dérmico y en caso de pérdida o tejido adiposo comprometido.
Se recomiendan un protocolo de 3 a 5 sesiones con periodicidad quincenal/mensual. La doctora Ribé recomienda realizar estos tratamientos dos veces al año para mantener la piel firme e hidratada. No obstante, tanto el número de sesiones como la cantidad de producto, dependerán del grado de envejecimiento que presente el paciente.