La estética de las orejas, históricamente ha sido un aspecto secundario en los cuidados personales. Sin embargo, en la actualidad está emergiendo como una preocupación clave en el ámbito de la medicina estética. Con un creciente interés por alcanzar la armonía facial y corregir pequeñas imperfecciones, más personas recurren a tratamientos especializados para mejorar la forma, proporción y apariencia de esta zona tan particular.
El doctor Carlos Gómez, especialista en este campo, ha compartido su perspectiva sobre cómo sería la oreja ideal y los tratamientos que existen para mejorar su forma o rejuvenecerlas. Según el experto, la oreja "perfecta" se caracteriza por una longitud promedio de 6 a 7 centímetros y una separación del cráneo que no supere los 20 milímetros.
"Las diversas tendencias en moda y estética están modificando estas proporciones tradicionales, haciendo que cada vez más personas busquen soluciones personalizadas para alcanzar su ideal"
"Las diversas tendencias en moda y estética están modificando estas proporciones tradicionales, haciendo que cada vez más personas busquen soluciones personalizadas para alcanzar su ideal", advierte Gómez. Aunque históricamente la cirugía para corregir las orejas de soplillo era la intervención más conocida, las preocupaciones estéticas relacionadas con esta parte del cuerpo van mucho más allá.
"Problemas como lóbulos desgarrados por pendientes pesados o dilatadores auriculares también afectan la funcionalidad y autoestima de los pacientes", explica el Dr. Gómez.
Esta situación ha llevado a un aumento en la demanda de tratamientos especializados en las clínicas. En la actualidad, existen dos técnicas principales para abordar problemas estéticos y funcionales en las orejas. Por un lado, tenemos la lobuloplastia, un procedimiento quirúrgico menor que es ideal para corregir lóbulosdesgarrados o dilatados en exceso. "Se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y en pocos minutos", señala Gómez.
Durante la intervención, se elimina el exceso de piel y se sutura con puntos internos que se retiran al cabo de unos días. El especialista destaca que los resultados son notables, ya que permiten recuperar la forma y proporción del lóbulo de manera casi inmediata. Este procedimiento, además, no requiere un tiempo prolongado de recuperación, permitiendo al paciente retomar sus actividades cotidianas de forma rápida.
El otro procedimiento que sirve como alternativa son las infiltraciones con ácido hialurónico. En este caso son para aquellos que buscan un enfoque menos invasivo. Este tratamiento ayuda a devolver turgencia, hidratación y firmeza a los lóbulos, además de rellenar agujeros causados por piercings o dilatadores.
"Problemas como lóbulos desgarrados por pendientes pesados o dilatadores auriculares también afectan la funcionalidad y autoestima de los pacientes"
Según el Dr. Gómez, esta técnica es especialmente útil para corregir la laxitud del lóbulo en casos leves a moderados. Sin embargo, en situaciones de dilataciones mayores, recomienda combinarlo con reconstrucción quirúrgica para obtener resultados óptimos. La durabilidad de las infiltraciones varía entre 10 y 18 meses, dependiendo del metabolismo del paciente.
El auge de estos procedimientos refleja una tendencia creciente hacia la búsqueda de armonía en todas las partes del cuerpo, incluidas las orejas. Ya no se trata solo de corregir defectos visibles, sino de mejorar proporciones y rejuvenecer áreas que anteriormente pasaban desapercibidas.