A medida que va pasando el tiempo, notamos cómo con los años, elvolumen y la proyección de los pómulos se pierden. Esto se debe a que a partir de los 40, los paulatinos cambios que se producen en la dermis, provocan el descenso del pómulo, el marcaje del surco nasogeniano y la pérdida del volumen característico en la manzana del rostro.
No obstante, existen todo tipo de tratamientos eficaces y capaces de recuperar esa firmeza de los pómulos que antes tenías, como los hilos o el countouring de infiltraciones con grasa autóloga o ácido hialurónico. Sin embargo, estas técnicas puede que sean más sencillas y seguras que otras, pero no suelen presentar resultados naturales.
En este contexto, encontramos una alternativa, Apple Tie, una técnica realizada por el doctor Chamosa, médico especialista en cirugía plástica, estética y reparadora. Con este tratamiento se consigue una naturalidad y restructuración de los pómulos a largo plazo, con la ayuda de un gesto quirúrgico que recoloca el pómulo, recuperando su posición original.
Una alternativa a las técnicas tradicionales que consigue reposicionar el pómulo con naturalidad
La técnica se realiza a través de una incisión de tres centímetros en la región temporal bajo el cabello, con el fin de no dejar cicatrices visibles. A través de este pequeño abordaje, se tuneliza hasta alcanzar el pómulo descendido, despegándolo del hueso malar, y procediendo a su anclaje mediante unas agujas de largo alcance.
En principio, los puntos se retiran a los cinco días, con la posibilidad de lavarse la cabeza y notar una mejora del edema al de 48 horas, y con hematomas que remiten a partir de los 15 días. Del mismo modo, se suele recomendar la aplicación de frío local durante los primeros cinco días, además de tomar antibiótico y antiinflamatorio prescritos como asepsia preventiva.
Sin duda, Apple Tie consigue unos resultados sin cicatrices visibles, naturales y que se mantienen a largo plazo. Después de la operación, podrás de nuevo lucir un pómulo alto, proyectado y con volumen recuperado. Por último, como un plus, puedes pedir en la misma intervención, suavizar las patas de gallo.