Con el paso de los años la piel pierde firmeza progresivamente. Es por eso que muchas personas experimentan un efecto de cara cansada o caída. La razón de esta apariencia en la tez es la atrofia de la grasa facial.
La experta en medicina estética, Sandra Hermida (@dr.sandrahermida) revela la razón por la que los pómulos tienden a desprenderse con el paso de los años, y lo hace a través de sus redes sociales, donde además aporta una solución.
La doctora hace referencia a dos de las consultas más frecuentes que encuentra a diario. Y son aquellas personas que experimentan una caída de la grasa facial en zonas como la ojera indirecta o la mandíbula.
"Estás perdiendo pómulo a nivel central, hay una pérdida de grasa malar"
Cuando se produce una pérdida del pómulo, el efecto que tiene en la cara es de un aspecto cansado. El pómulo experimenta una atrofia a nivel central, concretamente de la grasa malar. Debajo de la ojera podemos encontrar esta zona que tiende a perder elasticidad y firmeza con el paso de los años.
En esas zonas se encuentran unas estructuras formadas por paquetes grasos que, al igual que el hueso, se suele deteriorar. Esto desemboca en un efecto de caída en la ojera y progresa hacia abajo, entonces se forma en surco nasoyugal. Así es como la mirada cansada se va creando con el paso de los años.
FACTORES
También conocidas como bolsas malares, el desarrollo de esta zona puede deberse a varios factores. Entre algunos de ellos encontramos el envejecimiento, estrés, retención de líquidos o el factor genético. De la misma manera, hay algunas enfermedades que conllevan inflamación general y retención de líquidos, como son aquellas relacionadas con las alteraciones tiroideas, hepáticas o del riñón.
Sin embargo, hay algunos factores que empeoran su apariencia, así como la calidad general de la tez. Entre ellos se sitúan: el tabaco, el consumo de alcohol o la exposición solar.
ÁCIDO HIALURÓNICO
Para solucionar este problema, la experta estética recomienda reponer la pérdida a través del relleno, un procedimiento en el que se usa el ácido hialurónico para devolver el efecto de firmeza.
Este activo es de los más densos e hidratantes que podemos encontrar en medicina estética. Por eso, es una de las sustancias más usadas en la industria de cara a rellenar o suavizar algunos signos de la edad: como atenuar las líneas de expresión o rellenar las zonas que experimentan una pérdida de densidad.
Por otro lado, tiene una potente actividad hidratante y ayuda a corregir cicatrices y mejorar la elasticidad general.
Sin embargo, la doctora recalca que esta medida no implica: “Poner dos pómulos súper marcados a nivel central”, sino que se trata de reponer la grasa perdida y darle soporte ojera, así se logra un efecto de mirada relajada.