Si bien hace unos días Camila Cabello compartía con sus seguidores de Instagram unas fotos en bikini mostrándose radiante y tonificada, hace unas pocas horas ha vuelto a sorprendernos con un posado en trikini, pero esta vez en una sauna. Lo cierto es que nuestras celebs aprovechan las redes sociales para darnos a conocer qué hacen en su día a día y parece que la relajación en la sauna es una afición que comparten muchas estrellas, como Lady Gaga, las hermanas Kardashian, Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston.
Pero más allá de unos minutos de desconexión y descanso mental, la sauna ofrece otra gran cantidad de beneficios para la salud de la piel. ¡Te contamos todos ellos!
BENEFICIOS DE LA SAUNA PARA LA PIEL
La sauna es un baño de vapor que se recibe en una sala, generalmente recubierta de madera, a una temperatura que puede oscilar entre los 70ºC y los 100ºC. El objetivo es lograr la sudoración del cuerpo para obtener una mejor circulación sanguínea, eliminar toxinas, reducir los niveles de estrés y conseguir los siguientes beneficios para la piel:
- La sauna induce sudoración, que es una forma natural de desintoxicar nuestro cuerpo. Al eliminar toxinas y sustancias no deseadas a través de la piel, obtenemos una piel más clara y radiante.
- La exposición al calor que ofrece la sauna dilata los vasos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo. Esto se traduce en la llegada de un mayor nivel de oxígeno y nutrientes a las células de la piel, contribuyendo así a su regeneración. Unas células nutridas evitan el envejecimiento prematuro con las consiguientes arrugas, además de que se previenen problemas circulatorios del tipo de las arañas vasculares o varices.
- El calor en la sauna hace que se abran los poros de todo el cuerpo, permitiendo una limpieza más profunda y eliminando la suciedad y las impurezas acumuladas en la piel. Por lo tanto, es una forma saludable de combatir el acné y los puntos negros en combinación con una rutina de cuidado facial.
- El aumento de la temperatura corporal es capaz de estimular la producción de colágeno, una proteína esencial para la elasticidad y firmeza de la piel. Esto contribuye a una apariencia juvenil y radiante que mantiene a raya las arrugas y el descolgamiento característico del avance de la edad.
RUTINA DE CUIDADO FACIAL POSTERIOR A LA SAUNA
Como podemos comprobar, la sauna es una terapia muy efectiva y saludable para el bienestar de nuestros tejidos cutáneos. Sin embargo, es primordial combinarla con una rutina de cuidados posteriores que maximicen los resultados:
- Hidratación intensiva: la exposición al calor y la excesiva sudoración propiciada por la pérdida de líquidos corporales puede causarnos una deshidratación deshidratación temporal. Así que después de la sesión, es muy importante reponer la humedad perdida bebiendo agua y aplicando una crema hidratante de alta calidad para evitar que la piel se reseque.
- Limpieza suave: ya que los poros se han abierto durante la sauna, debemos limpiar suavemente la piel para eliminar cualquier suciedad o impureza que pueda haber salido a la superficie. Utiliza un gel limpiador suave para evitar irritaciones, que respete el pH de la piel. Después, aplícate agua fría para cerrar de nuevo los poros y evitar que penetre la suciedad.
Después de una sesión de sauna no se recomienda aplicar una exfoliación fuerte en la piel
- Productos calmantes: selecciona para tu rutina productos que contengan ingredientes calmantes, como el aloe vera, la camomila o el ácido hialurónico. Estos ingredientes reducen posibles irritaciones y enrojecimientos, al mismo tiempo que nutren y reparan los tejidos.
- Evita exfoliar en exceso: como hemos comentado anteriormente, la sauna elimina las células muertas con la apertura de los poros de la piel, por tanto, ya no será necesario exfoliar de manera profunda. De hecho, está desaconsejado porque la dermis se queda más sensible y podemos provocar algún problema cutáneo.
- Protección solar: la aplicación de crema solar en el rostro sigue siendo muy importante para protegernos frente al daño solar, especialmente ahora que las capas de la piel están más sensibles.