La menopausia es una etapa con muchos cambios hormonales que afectan de diversas maneras al cuerpo de la mujer. Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia, nos cuenta cómo afectan estos cambios hormonales a la piel de la mujer y cómo cuidarla.
CÓMO AFECTA LA MENOPAUSIA A LA PIEL
-La piel está más deshidratada, pierde elasticidad y tiene un aspecto más seco, una textura áspera…
-Aparecen arrugas más profundas: las fibras de elastina y colágeno se degradan, lo que provoca la aparición de las arrugas.
-Mayor flacidez. Junto a las arrugas, aparece la temida pérdida de firmeza, asociada también a la degradación del colágeno y la elastina.
-La piel está más frágil, se afina y, por lo tanto, es más propensa a lesiones.
La menopausia es una etapa con muchos cambios hormonales que afectan de diversas maneras al cuerpo de la mujer
-Pérdida de luminosidad: se aprecia un tono desigual, fruto de las manchas que pueden potenciarse en esta época de cambios hormonales. La piel pierde la frescura y turgencia de la juventud y se muestra más opaca y menos luminosa.
-Pueden aparecer brotes de acné en pieles grasas por los cambios hormonales.
CÓMO CUIDAR LA PIEL DURANTE LA MENOPAUSIA
-La hidratación es esencial. Hay que hidratarse por dentro bebiendo agua, tomando fruta, pero también por fuera con cremas y lociones. Todo el cuerpo tiende a estar más reseco, así que es aconsejable hidratar la piel del cuerpo a diario, haciendo especial hincapié en zonas sensibles como los codos, los talones, las rodillas…
-En el rostro, además de hidratación, con cremas que contengan ácido hialurónico, lípidos y ceramidas, necesitaremos cremas antiedad, más untuosas, que ayuden a combatir la pérdida de firmeza, que rellenen las arrugas, que unifiquen el tono de piel y aporten luminosidad.
-Por supuesto, hay que llevar una rutina diaria de higiene facial por la mañana y por la noche. La protección solar es fundamental siempre, y más en esta etapa en la que la pigmentación de la piel, por el paso del tiempo y los cambios hormonales, es más habitual.
-Por la noche, según el estado de la piel, se aconseja usar activos transformadores y despigmentantes: retinol, alfahidroxiácidos, etc.
-Es importante, además, prestar especial atención a zonas más sensibles como el contorno de los ojos, el cuello y el escote, las manos y los labios que también sufren deshidratación y que se suelen olvidar.
-Para tratar los brotes de acné, conviene consultar a un dermatólogo para que valore de forma personal el problema y paute la mejor solución.