¿Cuántos días llegas a casa y sientes que necesitas un masaje? Después de un largo día de trabajo, sientes que te pesa el cuerpo, tienes cargados los riñones y un masaje sería el reset que tu cuerpo necesita.
Pero, ¿alguna vez te has plateado realizarte un masaje en el rostro? Kinesiolifting es un novedoso masaje facial capaz de restablecer la armonía que tu rostro necesita.
Se trata de un método novedoso que busca obtener resultados estéticos efectivos mediante el tratamiento manual del tejido conectivo (aponeurosis, fascias, músculos) para restablecer la armonía del rostro. El objetivo es conseguir una corrección de los tejidos y la musculatura con el fin de volver a reposicionar los rasgos faciales y modelar el óvalo, aportando mayor definición a los contornos y realizando un efecto lifting.
"Podría decirse que el kinesiolifting facial es un método holístico. Cuando las manos entran en contacto con la persona que va a recibir el masaje es cuando empieza 'la magia'. Se trabaja incidiendo sobre los tejidos y las manos perciben la 'respuesta' que estos tejidos emiten; se trata de un masaje que se genera justo debajo de las manos o dedos y que el masajista debe saber interpretar. Y aquí es cuando ambos entran en conexión", afirma María Pérez de Villamil, directora del Centro Mem.
Kinesiolifting es un novedoso masaje facial capaz de restablecer la armonía que tu rostro necesita
Esta técnica se adapta a las necesidades de cada persona, ya que el primer paso consiste en realizar un diagnóstico preciso.
Los beneficios son varios, entre ellos podemos encontrar:
- Equilibrio entre las estructuras miofasciales.
- Mejora de retorno venoso y flujo linfático.
- Estimulación de la circulación y microcirculación.
- Armonización y liberación de las restricciones y bloqueos en el rostro y el cuerpo.
El centro estético de Madrid, Centromen, cuenta con este tratamiento facial y lo divide en siete pasos de belleza.
1. Estabilización. Es muy importante a la hora de realizar la técnica que el mentón y el cuello estén en posición correcta para facilitar el retorno venoso y flujo linfático.
2. Masaje del tejido conectivo. El objetivo de este masaje es mejorar el metabolismo de los tejidos, estimular la producción de colágeno y fibras elásticas por parte de los fibroblastos, para fortalecer la piel y conseguir una desintoxicación de los tejidos.
3. Masaje de drenaje linfático. Estas maniobras proporcionan un efecto antiedematoso y mejoran el trabajo de retorno del sistema linfático.
4. Masaje de la musculatura. Tiene una triple acción: conseguir una total relajación muscular, tratar el trofismo muscular y promover la tonificación muscular. Para ello los movimientos deben adecuarse a cada persona, teniendo en cuenta la edad, el nivel de estrés y la flacidez de cada caso particular.
5. Masaje dérmico. Este paso permite tonificar la dermis, eliminando y reduciendo posibles arrugas.
6. Masaje periorbital. Se trabaja la frente y la zona ocular, para ello se realzan movimientos de liberación en los músculos orbiculares, en los músculos depresores de las cejas y los músculos frontales.
7. Relajación. Para inducir un estado de calma, el terapeuta lleva a cabo movimientos de relajación en el rostro, utilizando los dedos, las manos y los antebrazos.