A nadie le sorprende que cuando hablamos de belleza se haga referencia a la proporcionalidad y la simetría. Múltiples estudios confirman desde hace años que el atractivo de las personas responde a unos cánones de equilibrios y proporciones entre los distintos elementos que conforman un rostro. Se sabe cuánto debe medir un entrecejo y qué relación debe tener con la medida del mentón, por ejemplo, para que conforme un rostro armónico y, por tanto, bello.
Siguiendo este argumento, deberíamos encontrar también una fórmula que explicara qué siluetas resultan más atractivas a los ojos de los demás.
En este sentido, analizando diferentes morfotipos, el Institut Vila-Rovira determina que para que una silueta resulte armoniosa y atractiva, debe poder obtenerse un 0,7 de la división de las medidas de la cintura y la cadera. Es decir, que la silueta, femenina en este caso, no resultaría más bella en función de su talla sino en función de sus proporciones corporales.
A nadie le sorprende que cuando hablamos de belleza se haga referencia a la proporcionalidad y la simetría
Asimismo, conociendo este dato, cuando una paciente acude a consulta para un tratamiento corporal reductor, en Institut Vila-Rovira se analiza su caso y se le proponen opciones que persigan lograr esa cifra proporcional. Y seguramente el resultado sea más bello. Por ejemplo, una paciente que tenga una silueta del tipo ''manzana'', que tienda a acumular la grasa en el torso y que no marque apenas cintura, probablemente se vea mejor con una liposucción de flancos que contribuya a que la paciente pueda marcar su cintura, en lugar de con una liposucción abdominal, que probablemente sea lo que la paciente acuda buscando.
Igualmente, las zonas que más contribuyen a cambiar el impacto visual de la silueta son sin duda la cintura y la cadera (cartucheras). Tendemos a pensar que lo bello es una silueta sin grasa y es precisamente el reparto de la misma lo que puede aportar gran belleza al conjunto.