El frío no trae nada bueno para la piel, por eso es muy importante extremar su cuidado en épocas de bajas temperaturas.
¿No sabes cómo hacerlo? Tranquila, porque desde Sephora nos traen los mejores consejos para que nuestra piel no sufra en invierno. ¡Toma nota!
1. El mejor aislamiento. No solo de buena cosmética vive la piel: si se va a pasar mucho tiempo al aire libre, cuanto más a cubierto esté la piel, y menos expuesta esté al contacto directo con el aire y el frío, ¡mejor! Desde una capucha a un foulard con el que cubrirse, lo importante es cubrir la piel al máximo.
2. SPF, mejor mineral. Sí: aunque haya nubes, ¡toca fotoprotegerse! Pero dado que el frío y, sobre todo, los cambios de temperatura pueden sensibilizar la piel, es mejor optar por una fórmula con filtros físicos.
3. Aceite: solo, con crema ¡o con maquillaje! ¿Cómo convertir tu crema o tu base habitual en un auténtico escudo protector? Basta añadir dos gotas de aceite facial para que este potencie y mejore la función barrera, actuando a modo de ''abrigo'' cutáneo. No solo eso: además, nutre y aporta luminosidad.
El frío no trae nada bueno para la piel, por eso es muy importante extremar su cuidado en épocas de bajas temperaturas
4. Omegas 3 y 6, por dentro y por fuera. Cuando descienden las temperaturas, nada como aumentar el consumo de los alimentos ricos en Omega 3, como el pescado azul, que mejoran la cohesión de la barrera epidérmica justo cuando más se necesita. Si además se combina con un producto rico en este ácido graso esencial, nos aseguraremos una piel fuerte por el interior y el exterior.
5. Texturas mimosas (incluso en pieles mixtas y grasas). La piel se deshidrata más en invierno. En el interior, por el aire de las calefacciones. En el exterior, por el frío y el viento. Por ello se hace imprescindible una crema de textura rica para el día, que aporte nutrición. Si el cutis tiende a la aparición de granitos, bastará con aplicarla en las mejillas y el escote, el área más frágil, y asegurarse de que es una fórmula no comedogénica.
6. Los sábados, mascarilla calmante. O los domingos, o los lunes... Lo importante es fijar un día de la semana y agendarlo para dar a la piel un espacio para recargar baterías. Una buena opción es aplicar la mascarilla y masajear el exceso, dejándolo toda la noche a modo de ''sleeping mask''.
7. Bálsamos de labios (pero no todos ni cualquiera). Muchas fórmulas para los labios contienen activos exfoliantes como alcanfor, mentol o acido salicílico, que ayudan a regenerar esa piel. Pero no son los más adecuados cuando bajan las temperaturas, ya que pueden agrietarlos y dañarlos con rapidez. Cuando hace frío, es el momento de usar fórmulas enriquecidas con aceites