Cuando se traspasa la barrera de los 50, la piel comienza a sufrir variaciones y comienzan a aparecer las primeras arrugas y líneas de expresión, las manchas en la piel u otros problemas como la falta de luminosidad o elasticidad. Para evitar todos estos problemas, el cuidado de la piel resulta fundamental y los productos como los sérums, las cremas hidratantes, los exfoliantes y los contornos de ojos se convierten en los grandes aliados.
Ahora bien, a la hora de aplicarte el contorno de ojos seguramente te surgirán las mismas dudas que a miles de mujeres cada día. Tranquila, te traemos los siete consejos que necesitas para que no te quede ni una sola duda. Para ello, Inma Jiménez, Training Manager de Sephora, nos explica todo lo que necesitamos conocer.
¿Antes o después del tratamiento? “Es mejor aplicar primero la crema parar el contorno y uno o dos minutos después, el tratamiento habitual”.
Aplicar primero el sérum. “Los sérums son una de las categorías más interesantes del tratamiento facial. En el caso de que se tengan bolsas como arrugas, lo ideal es aplicar primero el sérum y usarlo para hacer un suave masaje drenan. Después de unos minutos extender una crema especifica que aporte más nutrición”.
Aplicar un producto con retinol por la noche para que actúen contra el fotoenvejecimiento y durante el día productos con cafeína, de acción drenante, para conseguir una mirada más despierta.
No acercar la crema demasiado a la cara. “Quizás el error más común sea acercar la crema demasiado a los ojos, lo que puede irritarlos. El área que debemos tratar es todo el borde de la ojera, la zona de las patas de gallo y justo bajo las cejas, sin tocar el párpado móvil, ya graso de por sí, ni la raíz de las pestañas”, explica Inma Jiménez.
Aplicar el producto con el dedo anular. Esto ayuda a ejercer presión sobre la piel y a conseguir resultados más eficaces.
¿Usar el aplicador que tiene o extenderlo? “Muchos productos para el contorno vienen con aplicador. En ese caso, primero se debe poner el producto sobre el dorso de la mano y, desde allí, tomarlo para extenderlo con el aplicador adecuado”, relata la Training Manager.
Guarda la crema en la nevera. “Mis dos tips favoritos para reducir las bolsas son sencillos ¡y eficaces! El primero es guardar la crema en la nevera: el frío tiene una acción drenante, que se puede potenciar realizando un masaje de delicados movimientos de presión desde el lagrimal hacia la sien, como si estuviéramos dibujando un camino de puntitos, siempre de dentro hacia fuera”, comenta.