El melasma es una condición cutánea que se manifiesta a través de la aparición de manchas oscuras en la piel, y puede resultar especialmente incómodo cuando se presenta en áreas visibles, como la zona del labio superior. En ocasiones, estas manchas son confundidas con vello oscuro, lo que puede causar confusión y malestar emocional en quienes las padecen.
Además, es más común en mujeres, especialmente durante la edad fértil, y su prevalencia aumenta entre aquellas con piel más oscura. Aunque las causas exactas del melasma aún no se comprenden completamente, se ha identificado que varios factores pueden desencadenar su aparición, entre los que destacan:
- Exposición al sol. La radiación ultravioleta (UV) estimula la producción de melanina, lo que puede intensificar las manchas.
- Cambios hormonales. Los cambios hormonales relacionados con el embarazo (también conocido como "mascarilla del embarazo"), el uso de anticonceptivos orales o tratamientos de fertilidad pueden aumentar el riesgo de melasma.
- Estrés. El estrés puede afectar la salud de la piel y contribuir al desarrollo de condiciones cutáneas, incluido el melasma.
- Uso de productos cosméticos. Algunos productos que irritan la piel o alteran su equilibrio pueden desencadenar o empeorar el melasma.
- Exposición a la luz visible. La luz visible, especialmente la luz azul, puede afectar a la producción de melanina en algunas personas.
- Piel oscura o tipos de piel más propensos. Las personas con piel más oscura tienen una mayor tendencia a desarrollar melasma debido a la mayor cantidad de melanina en su piel.
"Las mujeres, debido a la presencia de estrógenos, tienen una mayor predisposición a desarrollar melasma, particularmente durante el embarazo o al usar anticonceptivos"
“Las mujeres, debido a la presencia de estrógenos, tienen una mayor predisposición a desarrollar melasma, particularmente durante el embarazo o al usar anticonceptivos. Sin embargo, el otro gran desencadenante es la exposición a la radiación solar, que incluye tanto la radiación ultravioleta como la luz visible y la luz azul”, explica la cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, Raquel González.
Una peculiaridad del melasma en la zona del bigote es que se trata de una mancha activa. Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari, explica que esta afección no se limita a empeorar solo durante el verano, cuando la exposición al sol es más intensa, sino que requiere tratamiento durante todo el año. Si no se trata de manera continua, es probable que regrese de forma marcada.
La prevención es el primer paso fundamental en el manejo del melasma, ya que la exposición al sol, incluso por períodos cortos, puede desencadenar y agravar las manchas en la piel. Cuando la piel se expone a la radiación solar, los rayos ultravioleta (UV) y la luz visible provocan una respuesta del organismo que estimula la producción de melanina, el pigmento responsable del color de la piel.
“Un SPF adecuado, aplicado diariamente y reaplicado según sea necesario, actúa como la primera línea de defensa, ayudando a prevenir la activación de las manchas existentes y a evitar la formación de nuevas áreas pigmentadas”, nos recomienda Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour.
En esta línea de prevención, especialmente porque durante el embarazo no se sabe con certeza si aparecerá melasma en la zona del bigote, lo más recomendable es recurrir a antioxidantes de alta eficacia. González destaca la importancia de utilizar ingredientes como la vitamina C, la vitamina E, la niacinamida, el cobre PCA, el ácido ferúlico y la astaxantina para ayudar a prevenir el melasma.
Para aquellas personas que no están embarazadas y pueden tolerar tratamientos más intensivos, los retinoides son una herramienta eficaz en la lucha contra el melasma
No obstante, es crucial considerar que algunos de los ingredientes más eficaces para tratar las manchas, como los ácidos exfoliantes y los retinoides, no se aconsejan durante el embarazo. Aunque no existen pruebas concretas debido a la falta de estudios en mujeres embarazadas, la mayoría de los expertos sugieren evitar su uso durante la gestación por el posible riesgo de afectar el desarrollo del bebé.
Para aquellas personas que no están embarazadas y pueden tolerar tratamientos más intensivos, los retinoides son una herramienta eficaz en la lucha contra el melasma. Estos promueven la renovación celular, lo que ayuda a difuminar las manchas oscuras en la capa superficial de la piel, donde se acumula la melanina.
Por otro lado, para quienes están embarazadas o buscan opciones más suaves, hay alternativas efectivas y seguras como la vitamina C y la niacinamida, así como otros antioxidantes mencionados anteriormente. De esta manera, el oxyresveratrol , un derivado de la morera que bloquea la tirosinasa destaca como una enzima responsable de la producción de melanina, y por tanto se posiciona como una opción eficaz para tratar manchas rebeldes.