Y es que, a veces puede darse un efecto rebote tras la exposición, además de aparecer pequeños granitos o espinillas durante la propia exposición en aquellas pieles que no suelen demostrar estas afecciones. En estas ocasiones solemos preguntarnos (o lamentarnos) por el por qué del asunto.
"Nuestra piel sufre un proceso de jet-lag. Estos cambios le producen una desorientación que provoca un desequilibrio en sus nutrientes"
En la mayoría de los casos se debe a que muchos productos solares poseen un cóctel de nutrientes que sobrecarga la piel haciendo que ésta rechace su exceso.
Por otra parte, los productos con SPF bloquean los poros de la piel para evitar que los rayos solares la dañen, lo que también hace que nuestra dermis no respire bien a través de los poros. Y, aunque el sol es positivo a nivel inicial, al no exponernos a él durante todo el año, nuestra piel se desorienta y desequilibra tras el verano.
"Nuestra piel sufre un proceso de jet-lag, por denominarlo de alguna manera. Estos cambios en cuanto a exposición y nuevos productos le producen una desorientación que provoca un desequilibrio en sus nutrientes, haciendo que aparezca acné como defensa o por sobrehidratación", concreta Raquel.
Para que esto no ocurra, nos recomienda la utilización de un exfoliante de doble acción, un hidratante matificante yun White balance day & night para tener una piel sana durante y después de tomar el sol.
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