Los granitos en la espalda son habituales, pero no por ello son menos molestos. Aunque se suele asociar el acné con la piel del rostro en realidad estos granitos que, en ocasiones aparecen en la espalda, también pueden ser acné.
Se desconocen exactamente las causas de este acné, pero se asocia con cambios hormonales y por eso se dice que aparece más durante la adolescencia, cuando el cuerpo pasa por tantos cambios.
Según explican desde Freshly Cosmetics, también se dan cambios hormonales con el embarazo y es por ese motivo que también pueden aparecer más durante esta época. Hay otras posibles causas como la producción excesiva de sebo, el uso de cosméticos que desequilibran la producción de sebo de la piel, tomar ciertos medicamentos o incluso la genética. Sin embargo, es importante saber el origen de estos granitos porque también pueden darse por una sudoración extra.
Se desconocen exactamente las causas de este acné, pero se asocia con cambios hormonales y por eso se dice que aparece más durante la adolescencia
En este sentido, hay varias formas de abordar el acné en la espalda. Según la Asociación de la Academia Estadounidense de Dermatología, las personas con acné en la espalda de leve a moderado pueden tratarlo combinando productos de venta libre con un cuidado de la piel adecuado. Por ejemplo, el peróxido de benzoilo puede ayudar a controlar el acné en la espalda y reducir los brotes.
Pero para obtener los resultados que esperas del tratamiento, también necesitarás un cuidado de la piel que no afecte el acné.
-Establece hábitos de higiene cuando hagas ejercicio o sudes. Usa ropa deportiva holgada de algodón que absorba el sudor; lava la ropa de entrenamiento después de cada uso; dúchate y cámbiate de ropa lo antes posible después de hacer ejercicio.
-Limpia tu piel suavemente. Frotar la piel con acné puede parecer lo mejor, pero en realidad lo empeora. Cuando te laves la espalda y te apliques un tratamiento para el acné, debes ser suave.
-No utilices productos agresivos. Los jabones antibacterianos, los astringentes y los exfoliantes abrasivos pueden empeorar el acné. Lo mismo ocurre con las esponjas de lufa, los cepillos para la espalda y las esponjas para pulir.
-Usa productos para el cuidado de la piel y cosméticos sin aceite, y no te toques los granos.