Los granos y espinillas representan dos de los principales problemas para mujeres y hombres. Son habituales a en todas las personas y a cualquier edad, pero no vamos a negar que su mera presencia nos incomoda. Habitualmente, son el resultado de cambios hormonales en nuestro cuerpo, en momentos como la pubertad, el embarazo o la menstruación, aunque también están muy relacionados con la alimentación y el nuestro tipo de piel.
Concretamente, una de las zonas de nuestro cuerpo que más sufre las consecuencias de estos granos es la espalda. Y es que parece que, durante todo el verano la tenemos completamente olvidada y solamente nos acordamos de ella cuando se acerca el buen tiempo y es momento de comenzar a lucir escotes.
Pero, ¿por qué salen granos en la espalda? Habitualmente la aparición del acné está relacionada con el sudor que queda atrapado en la dermis. Tal y como explican desde Druni, los granos de la espalda vienen generados por diferentes causas entre las que se encuentran las siguientes: mala higiene, estrés y ansiedad, el uso de determinados medicamentos que provocan acné en la espalda, la ropa sucia o no usar los productos adecuados para el cuidado de la piel.
Habitualmente la aparición del acné está relacionada con el sudor que queda atrapado en la dermis
Los granos de la espalda suelen comenzar en la parte superior de la espalda, concretamente en los hombros. Habitualmente se trata de un acné que suele ser más doloroso que el que nos sale en el rostro, por ejemplo. Estos pueden ser de diferentes tipos: puntos negros, quistes, nódulos, protuberancias rojas o puntos blancos.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
Para evitar la aparición de granos es muy importante seguir una rutina adecuada de limpieza y lavar la espalda con los productos indicados. Desde Isdin, nos ofrecen cinco consejos para reducir los granos en la espalda:
Limpia la piel a diario. Como decíamos, limpiar la piel es fundamental para evitar la aparición de acné y espinillas. Lo recomendable es usar aptos para nuestro tipo de piel y que nos ayuden a protegerla.
Exfolia tu piel. Para combatir los granos y las imperfecciones, la clave está en acelerar la renovación natural de tu piel. Para ello, la exfoliación puede ser una de las claves que nos ayuden a eliminar el sebo y la suciedad que da lugar a su aparición.
Protege tu piel del sol. El sol es, muchas veces, el culpable de esta aparición, por eso es importante proteger la piel con un protector solar con un SPF alto y evitar la exposición solar en las horas centrales del día.
Evita tocártelos. Es uno de los errores más comunes que cometemos. Al tocarlos, lo único que se consigue es hacer que se marque la cicatriz y que salgan más.