Las instalaciones de oxígeno en los centros sanitarios son elementos vitales que garantizan la calidad y continuidad de la atención médica. El suministro constante y seguro es clave en una amplia gama de tratamientos, desde la oxigenoterapia en pacientes con enfermedades respiratorias hasta la anestesia en procedimientos quirúrgicos.
Estas instalaciones, que incluyen redes de tuberías, puntos de toma y sistemas de almacenamiento, requieren de un diseño y mantenimiento óptimo para prevenir cualquier tipo de interrupción en el suministro. Este ha sido el tema abordado durante la mesa moderada por Michael Thomas, presidente de la Comisión de gases medicinales de AFGM y director general de Air Liquide Healthcare Iberia, en el 41º Seminario de Ingeniería Hospitalaria.
La primera de las ponentes ha sido Sarah Beatrice Heili Frades, jefa asociada del Servicio de Neumología y de la UCIR Fundación Jiménez Díaz, quien ha explicado durante su ponencia que la oxigenoterapia es un tratamiento fundamental en muchos pacientes y su administración requiere de “una gran precaución”, ya que su mal uso puede provocar incluso la muerte. Además ha querido mencionar también los riesgos de incendios si no se utiliza como se debe.
Ante esta situación, la experta ha subrayado la importancia de establecer protocolos de seguridad rigurosos y de contar con equipos cualificados para su manejo. Todo ello, de la mano de una formación continua del personal sanitario en el manejo del oxígeno y también del paciente, en los casos de autogestión.
“Es fundamental realizar una evaluación exhaustiva de estos costes para optimizar los recursos y garantizar una atención de calidad a los pacientes”
En el apartado económico, Heili Frades ha apuntado que conlleva importantes implicaciones para los sistemas sanitarios, tanto directos como indirectos. En el primer caso, incluyen la adquisición de equipos como concentradores de oxígeno, cilindros y cánulas nasales, así como los consumibles necesarios para su funcionamiento. Por otro lado, los costes indirectos están relacionados con la prolongación de las estancias hospitalarias y la necesidad de cuidados especializados. “Es fundamental realizar una evaluación exhaustiva de estos costes para optimizar los recursos y garantizar una atención de calidad a los pacientes”, ha concluido la experta.
En el caso de José Luis Poveda Andrés, gerente del Hospital La Fe de Valencia, ha realizado una exposición sobre los diferentes tipos de gases medicinales. Más concretamente, ha explicado que existen tres categorías principales de gases medicinales: los que actúan como medicamentos, ejerciendo una acción farmacológica directa sobre el organismo, como el oxígeno; los que se utilizan como productos sanitarios, necesarios para el funcionamiento de equipos médicos, como el aire medicinal; y los gases fabricados in situ, producidos en el propio hospital, como el oxígeno obtenido a partir del aire ambiente. Una distinción que, según ha indicado, es fundamental para comprender las características, regulaciones y usos de cada tipo de gas en el ámbito sanitario.
Por último, Esther Tomás Martínez, directora de Infraestructuras y Tecnología Médica del Hospital Universitario Vall d´Hebron, ha aportado el punto de vista ingeniero en torno al oxígeno en los centros sanitatrios, aunque ha agradecido que ya no solo incumba a los ingenieros y se le esté dando importancia por parte de otros profesionales como los farmacéuticos.
En cuanto a los gastos, la experta ha puesto como ejemplo para explicar los costes relacionados con el oxígeno la acción de comprar un coche. "Cuando tú solo piensas en qué cuesta el coche el día que lo compras, no estás siendo realista", hay que verlo de manera global. En el caso del oxígeno, tiene grandes diferencias entre los diferentes tipos de oxígeno mencionados anteriormente por José Luis Poveda Andrés.