La Ingeniería Hospitalaria desempeña un papel crucial en la toma de decisiones económicas dentro de los centros sanitarios. Al optimizar la gestión de recursos, los ingenieros hospitalarios contribuyen a reducir costes operativos, mejorar la eficiencia y garantizar la sostenibilidad financiera de los hospitales. De la mano de Pedro Piqueras Gómez, periodista y presentador de televisión como moderador, cuatro directores generales de diferentes lugares de España han abordado estas cuestiones en una de las mesas del 41º Seminario de Ingeniería Hospitalaria.
Ana Cabrero López, directora general de Infraestructuras Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud, ha resaltado durante su intervención la necesidad de cambiar la percepción que se tiene sobre las inversiones en el sector sanitario, especialmente en torno a la incorporación de nuevas tecnologías. Según Cabrero López, muchas patologías pueden tratarse de manera más eficiente gracias a la tecnología avanzada, lo que no solo mejora los resultados en salud, sino que también genera un retorno de la inversión. "Cuando hablamos de salud y dinero, la gente se pone nerviosa porque piensan que la salud no tiene precio, pero sí lo tiene", ha afirmado.
En esta misma línea, la directora general hizo hincapié en que las inversiones en tecnología sanitaria deben analizarse de manera integral, teniendo en cuenta no solo el coste inicial, sino también el mantenimiento, las renovaciones y el personal especializado. "No se trata solo de comprar un robot para hacer una operación, sino de incluirlo en todo el proceso quirúrgico para lograr una mayor eficiencia", ha subrayado.
"Cuando hablamos de salud y dinero, la gente se pone nerviosa porque piensan que la salud no tiene precio, pero sí lo tiene"
El director general de Gestión Económica, Contratación e Infraestructuras de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Pedro Manuel López Redondo, se ha detenido en su intervención en la importancia de contar con un diagnóstico preciso para abordar los desafíos de la gestión hospitalaria. Según López Redondo, la constante presión por incorporar nuevas tecnologías y dispositivos médicos, impulsada por la industria, plantea un complejo problema. "Todo eso metido en la coctelera es un eterno y gran problema de optimización que nos tiene que llevar a tomar decisiones", afirma el experto.
Un enfoque que ha compartido Xavier Ibarzabal Astigarraga, director general de Osakidetza, y que ha propuesto como solución establecer objetivos claros y poco a poco mejorar el sistema sanitario. "Cuando arrancas es difícil pero hay que tener confianza y ponerse unos objetivos". Precisamente ese es el punto clave del éxito según Ibarzabal, una planificación estratégica y contar con la capacidad de abordar los problemas de forma progresiva. "Manejar todas esas necesidades y cuadrar el presupuesto es cierto que es como coger un elefante y comértelo a cachitos", ha apuntado.
Por otro lado, José Antonio Miranda Aranda, director general de Gestión Económica y Servicios del Servicio Andaluz de Salud, ha puesto de manifiesto los desafíos a los que se enfrenta el sistema sanitario andaluz en materia de infraestructuras tecnológicas. En este sentido, ha reseñado que la falta de inversión durante años ha provocado un envejecimiento del parque tecnológico en los centros sanitarios. "Hemos pasado una crisis financiera muy complicada, cuando se acumulan 10 años sin hacer inversión es un problema", ha afirmado. Ante esta panorama, Miranda Aranda ha trasladado que la Consejería de Salud ha creado una comisión específica para impulsar la renovación tecnológica, con el objetivo de garantizar una atención sanitaria de calidad y eficiente.