La ingeniería desempeña un papel fundamental en la revolución que supone la impresión y bioimpresión 3D en el sector sanitario. Desde la creación de modelos anatómicos personalizados para cirugías complejas hasta la fabricación de tejidos y órganos artificiales, la ingeniería biomédica aporta soluciones innovadoras que están transformando la medicina.
La capacidad de imprimir en 3D estructuras complejas con alta precisión abre un abanico de posibilidades en la medicina regenerativa, la ortopedia y la farmacología, entre otras tantas áreas. Además, la bioimpresión, que combina la ingeniería de tejidos con la impresión 3D, promete revolucionar el tratamiento de enfermedades crónicas y la regeneración de tejidos dañados. Estas dos ramas han sido claves de la última mesa de debate celebrada en el 41º Seminario de Ingeniería Hospitalaria en Sevilla.
La sinergia entre profesionales de distintas áreas que permite impulsar la medicina personalizada, optimizar recursos y reducir costes a largo plazo
El Dr. Pablo Andrés Cano, especialista en Cirugía ortopédica y Traumatología en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, ha destacado en su ponencia la creciente importancia de la tecnología 3D en el ámbito quirúrgico: “Ha llegado para quedarse desde hace años". Un hecho que ha sido posible, según ha explicado, gracias a la colaboración multidisciplinar, una sinergia entre profesionales de distintas áreas que permite impulsar la medicina personalizada, optimizar recursos y reducir costes a largo plazo.
A pesar de los avances que supone y lo desarrollada que está la impresión 3D, el Dr. Cano ha reconocido que existen desafíos a superar, como es el caso de la ciberseguridad y la estandarización. Según ha señalado, la protección de los datos de los pacientes y la garantía de la calidad de los implantes impresos en 3D son aspectos cruciales que requieren una regulación más precisa y la implementación de protocolos de seguridad.
Por su parte, el Dr. Rubén Pérez-Mañanes, coordinador de la Unidad de Impresión 3D del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ha resaltado el papel pionero de este centro en la aplicación de esta tecnología en el ámbito sanitario. “Fuimos el primer centro en Europa en acreditarse en este sentido de impresión 3D; esto es un hito”. Un logro que posiciona al Gregorio Marañón como referente a nivel internacional en la fabricación aditiva para aplicaciones médicas.
Entre los puntos destacados de este caso, el Dr. Pérez-Mañanes ha mencionado la estrecha colaboración con los reguladores. Más concretamente, en cifras, cuentan a día de hoy con más de 1.800 casos clínicos en 30 servicios diferentes a lo largo de casi una década, demostrando la viabilidad y el impacto de la impresión 3D en la práctica clínica. Una de las novedades más llamativas es la inclusión de ingenieros en la historia clínica, lo que refleja la naturaleza multidisciplinar de esta tecnología y su capacidad para transformar la atención al paciente.
Por otro lado, el Dr. Francisco Javier Padillo Ruiz, jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario Virgen del Rocío, ha expuesto la relevancia de la bioimpresión 3D en la medicina regenerativa, subrayando que implica a diferentes especialistas, “no solo ingenieros”.
“Gran parte de nuestra actividad se centra en aplicar la tecnología sobre los pacientes, aun así tenemos que seguir formándonos de la mano de la investigación"
En este sentido, ha puesto el ejemplo del Hospital Virgen del Rocío, donde se desarrolló un estudio en el que biólogos, ingenieros de la salud y cirujanos fueron de la mano para desarrollar un esfínter anal funcional, “un avance muy significativo para pacientes con incontinencia”. De este modo, la generación de tejido muscular que responde a estímulos eléctricos representa un paso crucial hacia la ingeniería de tejidos a medida, “un paso que puede pasar discreto, pero que es muy importante”.
Para concluir, el Dr. Ferran Fillat Gomà, director del 3D lab del Hospital Universitario Parc Taulí, ha destacado la importancia de integrar la medicina y la ingeniería para optimizar el uso de la tecnología 3D en la práctica clínica. En cuanto a su caso, “gran parte de nuestra actividad se centra en aplicar la tecnología sobre los pacientes, aun así tenemos que seguir formándonos de la mano de la investigación".
Un método de trabajo que les ha llevado a contar más de 100 casos clínicos exitosos y posicionarse como un referente en este campo. Aun así, el Dr. Fillat ha puesto sobre la mesa la necesidad de continuar investigando y colaborando con el sector privado para impulsar el desarrollo de esta tecnología y garantizar su accesibilidad para todos los pacientes.