Un 3% de los recursos sanitarios de España. Este es el porcentaje que consumen los estadios finales de la enfermedad renal en nuestro país, tal y como advierte la doctora Eva Baró, directora médica de Fresenius Medical Care, en una entrevista concedida a ConSalud.es. Con motivo del Día Mundial del Riñón, la experta analiza las causas y vías de solución a un problema que no solo acarrea costes económicos, sino que también genera un consumo de la calidad de vida de los pacientes.
¿Cuál es el impacto de la enfermedad renal en el Sistema Nacional de Salud?
La primera cuestión que debemos destacar es que existen grandes partidas que no las tenemos asociadas como costes de la enfermedad renal. El motivo es que están en estadios iniciales y son pacientes que padecen otros problemas de salud como hipertensión o diabetes.
En paralelo existe otro problema: no se mide constantemente. En el año 2012 se hizo un análisis del consumo de recursos de pacientes en enfermedad renal terminal, es decir, aquellos pacientes que se están dializando (tanto en hemodiálisis como en diálisis peritoneal) o en trasplante. Esta parte final representa el 5% de la población con enfermedad renal crónica (ERC) y consumió, en el citado año, 1,6 millones de euros.
Estas cifras representan alrededor del 3% de los recursos sanitarios de España. De ellos, la mayor parte de esfuerzos están centrados en el tratamiento con hemodiálisis, esto es, el tratamiento renal sustitutivo que hacen los pacientes tanto en hospitales como en centros de diálisis externos; un 23% corresponde a lo que se consume en el marco de los pacientes trasplantados, y un 7% se relaciona con aquellos pacientes en diálisis peritoneal.
¿En qué aspectos debe mejorar la Administración para solventar esta situación?
El dificultad reside en que las competencias sanitarias están transferidas a las diferentes comunidades autónomas y, por tanto, no existe un plan común para el abordaje de esta enfermedad, algo que sí ocurre con el abordaje general de los tumores. La enfermedad renal crónica es lo suficientemente importante, tanto en costes económicos como en consumo de calidad de vida de los pacientes que están en estadios finales, para que la Administración promueva un plan director a nivel general.
"La enfermedad renal crónica es lo suficientemente importante, tanto en costes económicos como en consumo de calidad de vida de los pacientes que están en estadios finales, para que la Administración promueva un plan director a nivel general"
Después, las autonomías tendrán que aplicarlo de forma local, dado que cada una maneja una realidad y una incidencia distinta. No obstante, insisto: creo que lo primero que deberíamos hacer es tener un plan director a nivel de toda España y, después, desplegar una detección precoz de esta enfermedad.
Si hacemos una detección precoz podremos curar a algunos de estos pacientes que presentan enfermedad renal, sobre todo a la hora de evitar la progresión hacia estadios finales. En suma, vamos a ganar todos porque evitaremos gastos y, para los pacientes, el coste en calidad de vida que supone entrar o no en diálisis.
¿Qué papel desempeñan compañías como Fresenius Medical Care para aliviar la presión?
Lo que estamos haciendo empresas como Fresenius Medical Care es asumir parte del tratamiento de los estadios finales. De hecho, el 60% de los pacientes que están en tratamiento renal sustitutivo se hemodializan en centros concertados externos, por lo que participamos en gran medida en el soporte del tratamiento renal de estos pacientes.
Asimismo, nuestra responsabilidad social como empresas que atendemos a pacientes renales va más allá y debe orientase hacia el acompañamiento, tanto de los pacientes como de los profesionales que se dedican a tratar y detectarles. Para ello, sería preciso dotarles con herramientas de inteligencia artificial para poder detectar pacientes en fases iniciales o promover mensajes de claim a la sociedad para impulsar la detección precoz. Ahí tenemos que hacer un trabajo importante.
Fresenius Medical Care es una empresa que, en España, trata y acompaña a muchos pacientes en una gran cantidad de hospitales y, por lo tanto, tenemos una obligación clara con la sociedad, en esencia, con el paciente renal.
El paciente, el eslabón más importante de la cadena, ¿cómo puede sumar esfuerzos?
Compartiendo y ayudando a otros compañeros como ellos. Estamos trabajando mano a mano con las asociaciones renales. Quién mejor que ellos pueden llegar a detectar los caminos por los que debemos seguir y dónde hay problemas en los que nosotros podamos incidir. No es que sea un eslabón, el paciente es el centro.
"Somos un aliado de la Administración, estamos a su disposición, como otras compañías que también están trabajando en ámbitos como la diabetes, la hipertensión o la insuficiencia cardíaca"
Cada vez es más frecuente el paciente experto en diversas patologías, la participación del colectivo en los comités de puesta en marcha de protocolos a nivel nacional está en boga. En este sentido, hay patologías como Reumatología, Oncología o Cardiología donde, cada vez más, participan en estos foros. Son una parte básica de todo este desarrollo.
¿Consideran que, a medio y largo plazo, se revertirá esta carga en el Sistema Nacional de Salud?
Sí hacemos algo distinto es obvio que sí. El problema es que si seguimos haciendo lo mismo, el crecimiento de los pacientes en estadios finales seguirá elevándose. A día de hoy, lleva un ritmo ascendiente de alrededor de un 1 y 2% anual.
Somos un aliado de la Administración, estamos a su disposición, como otras compañías que también están trabajando en ámbitos como la diabetes, la hipertensión o la insuficiencia cardíaca. Tenemos que ir todos de la mano para cambiar esta situación.