Con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra este jueves 10 de marzo, el presidente de la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica (SEDEN), Juan Francisco Pulido Pulido, ha hablado en una entrevista con ConSalud.es acerca del papel de la enfermería en la prevención y cuidados de la enfermedad renal: "Creo que somos los profesionales más cercanos a los pacientes y conseguimos algo de ellos que es fundamental para que todo este proceso de prevención se lleve a cabo y hablo de su confianza".
En el Día Mundial del Riñón, la primera pregunta es casi obligada, ¿se puede vivir bien con una enfermedad renal?
No solo se puede, sino que se debe vivir con enfermedad renal. Es cierto que los pacientes renales en su gran mayoría tienen otras patologías que van a condicionar mucho su día a día, pero con una actitud positiva y unos cuidados mínimos y básicos se puede tener una vida muy confortable a corto, medio y sobre todo, a largo plazo.
¿Cuáles son las funciones principales de los profesionales enfermeros de diálisis?
Lo que hacemos es el tratamiento en sí en los pacientes que acuden a las clínicas. Los pacientes que están en sus casas se lo hacen ellos, les enseñamos a hacérselos ellos. Lo que tratamos es de hacer el mejor tratamiento posible siempre. Pero no solo vamos a ir a hacer el tratamiento, sino que vamos a compartir vivencias y miedos que tienen los pacientes tanto en el tratamiento como en su vida diaria y vamos a aprovechar siempre esas horas que están con nosotros para darles sobre todo consejos de salud para mejorar su calidad de vida.
Como dice el lema del Día Mundial del Riñón de este año, aumentar el conocimiento es mejorar el cuidado renal y eso tratamos de hacerlo siempre que podemos.
¿Qué técnicas de enfermería hay que seguir para cuidar a un paciente en este tipo de tratamiento?
Las técnicas de diálisis son complejas. Se necesita formación prolongada durante bastante tiempo para controlar los monitores de diálisis, todas las variables y todos los problemas que pueden surgir tanto del monitor como del paciente. Digamos que el que verdaderamente condiciona el tratamiento y por tanto la sesión de diálisis, va a ser el paciente, porque no va a haber nunca pacientes iguales y van a requerir condicionantes y parámetros distintos y, por tanto, tratamientos diferentes.
"Con una actitud positiva y unos cuidados mínimos y básicos se puede tener una vida muy confortable a corto, medio y sobre todo, a largo plazo"
Pero las técnicas son complejas tanto de diálisis domiciliaria como tal, que cada vez se están haciendo más sencillas y hacen que los pacientes se la puedan dar a sí mismos en sus casas, como las diálisis que hacemos en los hospitales y las clínicas.
¿Existe algún método de prevención o de educación para la salud que esté encaminado a que los pacientes con enfermedad renal puedan evitar este tratamiento?
Sí, existen. Lo primero la detección precoz de la enfermedad, eso es básico y fundamental porque sabiendo que se tiene la enfermedad se pueden poner los medios para mejorar esa enfermedad. Cuando se detecta y, sobre todo, si la detectamos en el estadio inicial, lo que es la toma de medicación adecuada y la educación para los hábitos correctos, así como una buena nutrición haga que se enlentezca la progresión de la enfermedad consiguiendo en muchos casos que el paciente no llegue al tratamiento de diálisis en sí o que llegue mucho más tarde, con lo cual, mejora mucho la calidad de vida y eso es fundamental.
¿Qué papel tienen los profesionales enfermeros en dicha prevención y educación para la salud?
La enfermería es fundamental en estos casos. Está demostrado que donde hay enfermeras hay educación para la salud en esta y cualquier otra patología. Los demás profesionales no suelen hacer educación, por tanto, no consiguen cambiar los hábitos de vida de la población y eso es fundamental en estas enfermedades crónicas que son para toda la vida.
Lo bueno que tiene la enfermería es que es un colectivo muy concienzudo y constante a la hora de llevar a cabo todos estos protocolos de prevención consiguiendo así buenos resultados.
"Los pacientes deben tener la opción de poder elegir el tratamiento dialítico que más se adecúe a sus necesidades y a sus condicionantes sociales"
Además, yo creo que somos los profesionales más cercanos a los pacientes y conseguimos algo de ellos que es fundamental para que todo este proceso de prevención se lleve a cabo y hablo de la confianza de los pacientes. Teniendo la confianza de los pacientes podemos conseguir este cambio de hábitos de vida.
La pandemia provocada por la Covid-19 ha supuesto la interrupción de muchos tratamientos y terapias. ¿Cómo ha afectado al paciente renal esta situación?
Los ha afectado como a todos. Lo que sí hemos visto que a los pacientes que estaban en tratamiento dialítico se les ha seguido haciendo los tratamientos, han seguido haciendo sus tratamientos en las clínicas, en los centros de diálisis o en casa. No ha habido interrupción en ningún momento del tratamiento lo que sí ha habido es mayor riesgo de contaminarse.
A los pacientes que estaban en las consultas prediálisis y a los que estaban a punto de entrar se les ha seguido manteniendo la actividad sin interrupción porque estaban a punto de entrar y no podías dejarlo de la mano.
Donde sí ha habido un retraso ha sido en los pacientes que estaban en consulta donde se les hacía un control anual o trimestral y en esos pacientes se ha retrasado por la imposibilidad de atenderles sobre todo en la primera parte de la pandemia que era muy complicado atenderles en consulta, pero el resto de los pacientes sí ha tenido tratamiento.
Para finalizar, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el paciente con enfermedad renal?
El primero de ellos es la detección precoz de la enfermedad. Es fundamental. Es una enfermedad donde los síntomas no aparecen hasta que la enfermedad no está en un grado muy avanzado. Hay mucha gente que saben ni que tienen la enfermedad y si nos referimos a personas con más edad, hasta el 50% de los mayores de 65 años tiene la enfermedad, con lo cual es muy complicada su detección y es importante esa detección precoz.
Una vez detectada la enfermedad, la atención primaria debe tener el apoyo en este caso de la enfermería y de todo el sistema para mantener la calidad de vida de los pacientes, que es lo que siempre buscamos la enfermería, buscar la calidad de vida de los pacientes y esa calidad de vida se va a ver tanto en su esfera social como económica, por lo que es importante que los pacientes mantengan el estatus.
Por último, yo creo que los pacientes deben tener la opción de poder elegir el tratamiento dialítico que más se adecúe a sus necesidades y a sus condicionantes sociales y, por tanto, deben tener una formación adecuada en las consultas de prediálisis para que puedan elegir.