La labor de la enfermería en el manejo de pacientes con psoriasis es fundamental para conseguir el éxito de los tratamientos. Adaptarlos a la situación del paciente, así como hacer un seguimiento de las posibles comorbilidades que entraña esta patología son dos de las misiones más importantes de estos profesionales sanitarios.
Jenny de la Torre, enfermera de la consulta externa de dermatología del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante, reconoce que “dedicar tiempo al paciente para conocer su perfil, su entorno o cómo afecta la enfermedad a su estilo de vida es importante porque nos permite individualizar las recomendaciones que damos a los pacientes. No podemos dar recomendaciones estándar. Hay que ser muy preciso para que el paciente a la vez sea más cumplidor. Si el paciente ve que le propones un plan de cuidados adaptado a su situación y realista va a ser más fácil que tengamos éxito”, asegura.
“Una de las variables para que el tratamiento tenga éxito es que el paciente tenga un tratamiento adaptado a su situación”
Dependiendo de las características del paciente los profesionales sanitarios establecen el tratamiento que puede ser tópico, oral sistémico o sistémico inyectado. “A la hora de determinar un tipo de tratamiento debemos tener en cuenta las habilidades del paciente o su entorno valorando si tiene un acompañamiento familiar que le pueda ayudar si lo necesitara. Una de las variables para que el tratamiento tenga éxito es que el paciente tenga un tratamiento adaptado a su situación”, afirma de la Torre.
Hay una serie de factores que pueden indicar a los profesionales si un paciente va a ser buen cumplidor. “Algunos factores son inherentes a la situación del paciente, como puede ser que la persona sea más mayor o dependiente. Otros están relacionados con la actividad de la enfermedad: los que están en peor situación clínica son más respondedores y cuando el paciente está más estable y se encuentra mejor es más fácil que deje de ser tan cumplidor”, afirma la enfermera quien reconoce que también “la complejidad de los tratamientos puede afectar al grado de cumplimiento de los mismos”.
“Desde la enfermería debemos valorar el riesgo cardiovascular de nuestros pacientes con psoriasis”
Otra de las funciones fundamentales de las enfermeras en el manejo de estos pacientes es el seguimiento de la comorbilidad de la patología. “La psoriasis sabemos que es una enfermedad que afecta a la piel pero también tiene una afectación sistémica. Es decir, que al ser una enfermedad inflamatoria, sistémica, crónica, también tiene añadido un mayor riesgo cardiovascular. Desde la consulta de enfermería tenemos que trabajar no solo la actividad propia de la enfermedad, a través de los fármacos, sino también valorar muy de cerca el riesgo cardiovascular de nuestros pacientes porque sabemos que son un tipo de pacientes en los que la mortalidad por eventos cardiovasculares es más elevada”, afirma de la Torre.
“La enfermera tiene una importante labor de educación sanitaria en relación a hábitos de vida, actividad física o factores de comorbilidad como son ser diabético, hipertenso, tener hipercolesterolemia, los triglicéridos altos, ser fumador... Son factores que debemos manejar en la consulta de enfermería porque en pacientes que ya tienen una enfermedad inflamatoria sistémica crónica, que implica un riesgo elevado de tener un evento cardiovascular, debemos ser mucho más exigentes a la hora de valorar y de evaluar esta serie de variables”, explica de la Torre.
En la consulta de enfermería, además de la valoración propia de la actividad de la enfermedad de la psoriasis, se realiza una labor didáctica con el paciente incidiendo en los hábitos de vida para que conozca cuál es la relación de estos con su patología. “Cuando les pesamos o les tomamos la tensión, a veces el paciente no encuentra relación con el estado de su piel y debemos explicar bien para qué lo hacemos, y cómo, por ejemplo, el sobrepeso puede afectarle por su enfermedad y hacer que se involucre más con el tratamiento”, afirma la enfermera.
La labor didáctica de las enfermeras sobre la enfermedad y sus riesgos asociados aumenta la adherencia del paciente al tratamiento
“Cuando a un paciente le explicas que su enfermedad conlleva un mayor riesgo de sufrir un infarto o un ictus debido a determinadas variables que se encuentran alteradas y le indicas que en la consulta se va a realizar un seguimiento de ellas, aceptan mejor las recomendaciones para que lleven un control de estas variables y vemos que son más cumplidores y obtenemos mejores resultados de salud”, resalta de la Torre.
En el seguimiento del paciente la consulta telefónica es de gran ayuda para solucionar dudas del paciente, eliminar inseguridades, hacer seguimiento de posibles efectos adversos y reforzar la confianza del paciente en el tratamiento al contar con un acompañamiento del profesional sanitario. “A través de estas consultas conseguimos evitar abandonos tempranos de los tratamientos”, indica la enfermera.
De la Torre reafirma que el papel de la enfermería especializada en dermatología es clave para conseguir el éxito de los tratamientos en pacientes con psoriasis en dos partes fundamentales: “La primera es consensuar con el paciente el tratamiento así como adaptarlo a sus necesidades y la segunda, evaluar periódicamente las comorbilidades y hábitos de vida del paciente para disminuir el riesgo cardiovascular asociado a la enfermedad”.
Este artículo se ha realizado con motivo del Día Mundial de la Psoriasis, que se celebra hoy 29 de octubre y cuenta con la colaboración de Bristol Myers Squibb.
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