El círculo vicioso de la psoriasis: el efecto retroactivo de la salud mental en el paciente

La salud mental del paciente que sufre psoriasis es muy condicionante ante la aparición de nuevos brotes, por ello se vuelve prioritario un abordaje integral para aprender a manejarla y convivir con ella

Sandra Ros Abarca, psicóloga adjunta al Servicio de Dermatología, Reumatología y Trasplante Cardíaco del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Foto. ConSalud)
Sandra Ros Abarca, psicóloga adjunta al Servicio de Dermatología, Reumatología y Trasplante Cardíaco del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Foto. ConSalud)
José Iborra
29 octubre 2023 | 00:00 h
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La psoriasis y la salud mental se encuentran estrechamente relacionadas, debido a que esta enfermedad puede afectar negativamente al bienestar emocional de las personas que la sufren. Esta es una patología inflamatoria crónica de la piel, que se caracteriza por la aparición de placas rojas y escamosas que causan picor, dolor y sangrado. Las consecuencias de padecerla puede conllevar un impacto en la autoestima, la imagen corporal, las relaciones laborales y sociales, y por ende, en la calidad de vida de los pacientes.

En una entrevista a ConSalud.es, Sandra Ros Abarca, psicóloga adjunta al Servicio de Dermatología, Reumatología y Trasplante Cardíaco del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, nos cuenta las dificultades mentales y emocionales que enfrenta un paciente que sufre psoriasis. “En torno a un 30% de los pacientes con psoriasis y artritis psoriásica presentan altos niveles de sintomatología ansiosa y depresiva”. Además, las personas con psoriasis tienen una mayor tasa de suicidio que la población general, “pueden presentar, en un 1-2% de los casos, conductas e intentos suicidas”, asevera la especialista. 

Esto no es todo, ya que los pacientes “pueden presentar alteraciones de estado de ánimo como ‘trastornos adaptativos’, consecuencia del estrés generado por el propio diagnóstico o por un rebrote de la enfermedad”, añade la Psicóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Este tipo de trastornos suelen aparecer como una respuesta anormal al tener que afrontar un evento estresante. Las personas con psoriasis pueden sufrir un trastorno adaptativo debido al impacto físico, emocional y social que conlleva la enfermedad.

“A nivel psicológico los pacientes pueden presentar baja autoestima debida a la pérdida de su autoimagen, al aislamiento y al miedo ante los rebrotes ”

Los estudios han demostrado que las personas con psoriasis tienen un mayor riesgo de padecer trastornos mentales. Como explica Ros, “a nivel psicológico los pacientes pueden presentar baja autoestima debida a la pérdida de su autoimagen, al aislamiento social, la tristeza e irritabilidad y al miedo ante los posibles rebrotes de la enfermedad”. Todo ello, puede agravar la psoriasis y dificultar su tratamiento, creando un círculo vicioso. 

El abordaje psicológico se vuelve tan necesario, porque la psoriasis es una enfermedad que afecta a todas las áreas del entorno de una persona. “El paciente sufre en muchos casos miradas, gestos o palabras de rechazo que afectan a su autoestima y condicionan su calidad de vida”. Esto provoca que el paciente se aísle involuntariamente “para no tener que dar explicaciones, para que no le pregunten o para evitar sentirse rechazado”, detalla Ros, haciendo hincapié en que los pacientes que  tienen psoriasis sufrirán directa o indirectamente tanto en su entorno laboral o escolar, como en el social y familiar. 

Para lograr avanzar en la terapia, como declara la psicóloga Sandra Ros, el primer paso es comprender que el proceso de afrontamiento y aceptación requiere de tiempo y, por tanto, de paciencia. “En segundo lugar, es necesario conocer y comprender la psoriasis y sus tratamientos para poder manejarla y convivir con ella”, expone. 

"Es necesario conocer y comprender la psoriasis y sus tratamientos para poder manejarla y convivir con ella”

El autocuidado es otra de las maneras de trabajar para poder afrontar las consecuencias mentales y emocionales que padecer psoriasis puede producir en los individuos. Para ello, es recomendable cuidar la alimentación, manteniendo una dieta equilibrada, ya que esto puede ayudar a reducir la inflamación, y  prevenir otras enfermedades asociadas a la psoriasis como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. A  su vez, es recomendable realizar ejercicio físico y mantener un descanso suficiente. Con ello, se logra una mejora de la circulación sanguínea, fortalecer el sistema inmunológico, aliviar el estrés y un mejor estado de ánimo. De esta manera, el autocuidado es esencial para controlar los síntomas de la psoriasis, prevenir los brotes y mejorar la calidad de vida.

En cuanto al resto de los factores que afectan al paciente, la psicóloga es clara: “Acepta lo que no depende de ti, acepta tu enfermedad como parte de tu vida. Reconoce que es una parte de ti, pero que ni te define como persona, ni es tu identidad”.

TRABAJO EN EQUIPO

Contar con un equipo de profesionales al completo, es decir, con dermatólogos, personal de enfermería, reumatólogos y psicólogos, que mantengan una correcta y continua comunicación es más que necesario. De esta manera, se conseguirá un abordaje integral y una mejor calidad asistencial que repercutirá en un buen pronóstico para el paciente. “Es indispensable que trabajemos para tener una buena comunicación entre el equipo sanitario y el paciente para dispensar tratamientos personalizados y ayudarles en el camino de la aceptación”, añade Ros.

En este punto es primordial que el paciente incluya al personal especializado en salud mental en el proceso asistencial. Debido a esto, con ayuda psicológica será más fácil abordar emociones tales como la rabia, la tristeza o la frustración. “Los psicólogos estamos para poder acompañar al paciente en este camino de la aceptación si lo necesita”, aclara Ros Abarca.

Sin embargo, aunque esta ayuda es prioritaria, es igual de importante “Intentar no mantener la enfermedad en silencio”, exteriorizando nuestros sentimientos y pensamientos sobre otras preocupaciones acerca de la enfermedad con aquellas personas de confianza, explicándoles como nos pueden ayudar. 

EL PAPEL DE LAS ASOCIACIONES

Es necesario dar visibilidad a la enfermedad para que las personas que no la padecen la conozcan y así evitar el estigma. Para lograrlo, las asociaciones tienen un papel esencial. En estas,  se realizan actividades de sensibilización, información y educación para el público general, los medios de comunicación y las autoridades sanitarias. A su vez, estas contribuyen a romper el estigma y el aislamiento que sufren muchas personas con la enfermedad, y a fomentar una actitud positiva y proactiva frente a los retos que plantea. 

“Ayudan a los pacientes a no sentirse solos, que es como se sienten, a ser comprendidos desde la propia experiencia"

Para afrontar la psoriasis es de vital importancia compartir emociones, experiencias y vivencias con otras personas que han pasado o están en una situación similar a la nuestra. En este punto, las asociaciones también juegan un papel indispensable. Como afirma la psicóloga asociada al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, “ayudan a los pacientes a no sentirse solos, que es como se sienten, a ser comprendidos desde la propia experiencia. Todos deberíamos poner en contacto a nuestros pacientes con las asociaciones”, concluye la psicóloga.

Este artículo se ha realizado con motivo del Día Mundial de la Psoriasis, que se celebra hoy 29 de octubre y cuenta con la colaboración de Bristol Myers Squibb.

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