Se estima que el 11,8% de la población española sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica(EPOC), según datos del estudio EPI-SCAN II publicado en 2020. Son, por el momento, más hombres que mujeres, y la principal causa es el tabaco. Estos pacientes sufren una inflamación de los pulmones que genera una obstrucción de las vías respiratorias, bloqueando tanto la entrada como la salida de aire y disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a la sangre. Tos crónica, falta de aire, expulsión de flemas, dolor en el pecho al toser o bronquitis recurrentes son algunos de los síntomas de estos pacientes que tiene una importante mortalidad.
En el año 2019 se produjeron un total de 13.808 fallecimientos. Según el citado estudio de EPI-SCAN, las estimaciones de mortalidad global indican que la EPOC era la quinta causa de muerte en 1990, y en 2010 ya se había convertido en la tercera causa de muerte.
Se trata de una patología con un alto desconocimiento social, en aumento debido a diferentes factores, con elevado infradiagnóstico y con pocos avances
Se trata de una enfermedad frecuente con un importante impacto en el gasto económico sanitario debido a las complicaciones derivadas. Sin embargo, pese a su relevancia en la sociedad, se trata de una patología con un alto desconocimiento social, en aumento debido a diferentes factores, con elevado infradiagnóstico y con pocos avances. Una realidad que abre la puerta a una serie de retos en el abordaje de la EPOC, como explica a Consalud.es el Dr. Manuel Valle, neumólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, con motivo del especial realizado por este medio, patrocinado por Oximesa Nippon Gases, compañía comprometida con el bienestar de los pacientes con EPOC.
74,7% DE INFRADIAGNÓSTICO
Los niveles de morbilidad y mortalidad de esta enfermedad llevaron a los autores del EPI-SCAN a recordar la importancia de una detección precoz. Sin embargo, la realidad expuesta por sus resultados es que el 74,7% de los casos de EPOC están sin diagnosticar. Una situación que ha empeorado con la Covid-19. “Con la pandemia se dejaron de hacer espirometrías en Atención Primaria, que era la principal puerta de entrada a la atención. Pero estos programas no se han retomado por falta de recursos y personal, entre otros temas, y esto es uno de los principales problemas que tenemos actualmente con el diagnóstico del paciente”, señala el Dr. Valle.
El entorno y el desarrollo durante la edad infantil pueden tener un efecto futuro en la aparición de la EPOC a partir de los 50 años
A esta falta de capacidad diagnóstica se suma un aumento de casos por factores que van más allá del tabaco y de los cigarrillos electrónicos. El entorno y el desarrollo durante la edad infantil pueden tener un efecto futuro en la aparición de la EPOC a partir de los 50 años. También la exposición a polvos, humos y productos químicos, con un importante papel de la contaminación del aire, tanto en un espacio exterior y doméstico, tiene un papel en el desarrollo de la enfermedad y en la aparición de exacerbaciones o agudizaciones en los pacientes. Una vez que se consigue un diagnóstico el acceso a la atención sanitaria tanto especializada como Primaria es continuado, el problema es que los tratamientos no curan y a veces no son eficaces para reducir la sintomatología de los pacientes más graves.
5% DE LOS PACIENTES CON EXACERVACIONES GRAVES
La eliminación del visado de la triple terapia en España facilitó el acceso a tratamientos de los pacientes. Sin embargo, lo cierto es que son pacientes que además de su afección pulmonar tienen unas importantes comorbilidades, como son diabetes, hipertensión arterial, fibrilación auricular o enfermedad renal crónica, que empeoran su calidad de vida, aumentan las exacerbaciones y con ellas los ingresos, principalmente en los pacientes con edad avanzada.
“Son pacientes crónicos que necesitan entrar en procesos asistenciales integrales, coordinados entre los distintos niveles asistenciales, con tratamientos personalizados que incentiven a los pacientes a la adherencia”
“Los fármacos a veces no son tan eficaces, sobre todo en el 5% de los pacientes con más comorbilidades y exacerbaciones que suponen un importante gasto de recursos”, indica el Dr. Manuel Valle. Ante esta situación llama a la importancia de un manejo multidisciplinar. “Son pacientes crónicos que necesitan entrar en procesos asistenciales integrales, coordinados entre los distintos niveles asistenciales, con tratamientos personalizados que incentiven a los pacientes a la adherencia”.
Según el ‘Estudio Nacional de Adherencia en Patologías Crónicas’ del Grupo OAT, alrededor del 51% de los pacientes con EPOC no son adherentes. Esta realidad lleva a un aumento de las complicaciones de los pacientes. Las pautas complejas de administración de los fármacos, la necesidad de oxigenoterapia que tienen algunos pacientes durante gran parte del día o la desafección a hacer cierto ejercicio físico son algunas de las causas de la desadherencia. “Es importante trabajar sobre ello, ofrecerles apoyo en todos los niveles tanto neumológico, como nutricional y de salud mental”. Con ello se reducirían los niveles de dependencia de estos pacientes y la carga familiar que suponen sus cuidados.
Con una enfermedad con una prevalencia de 11,8% en la sociedad, resulta esencial concienciar sobre las necesidades de estos pacientes y enfrentarel desconocimiento existente incluso entre los pacientes. “Mis pacientes no son capaces de decir el nombre de la enfermedad que tienen, muchas veces porque no terminan de comprenderla o de conocerla, otras por la estigmatización asociada a ella y al tabaco. Existe mucho desconocimiento social y muchas barreras que hay que atajar para mejorar la calidad de vida de estos pacientes crónicos que tienen una importante prevalencia en nuestra sociedad”, concluye el Dr. Valle en este especial promocionado por Oximesa Nippon Gases.