Los sesgos de género en la enfermedad cardiovascular retrasan los diagnósticos en las mujeres

Los síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST representan alrededor de las tres cuartas partes de los casos de síndrome coronario agudo en mujeres.

Mujer con dolor y síntoma de infarto (Foto. Freepik)
Mujer con dolor y síntoma de infarto (Foto. Freepik)
29 septiembre 2022 | 10:00 h

Cada año se producen 500 millones de accidentes o enfermedades cardiovasculares, según el último estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del que advierte que las enfermedades no transmisibles acaban ya con más vidas que las enfermedades infecciosas. Las enfermedades cardiovasculares se encuentran detrás de la mayoría de los fallecimientos causados por enfermedades no transmisibles: 17,9 millones de fallecidos anuales, según las cifras de la agencia de salud de la ONU.

La prevención de estas enfermedades, mediante estrategias que ahonden en los factores de riesgo que las impulsan, se erige como una prioridad en materia de salud pública. La OMS ha fijado el 2025 como la fecha límite para frenar precisamente el avance de las enfermedades no transmisibles. En este sentido y, con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra este 29 de septiembre, de la mano de Organon, compañía que busca mejorar la salud integral de la mujer y promover una salud con perspectiva, ponemos el foco en un interesante estudio cuyos resultados han sido publicados por la revista The Lancet. Las conclusiones de este trabajo ponen de relieve una preocupante realidad sobre la que no se presta atención: el sesgo de género en las enfermedades cardiovasculares

Este estudio parte de la evaluación del registro global de eventos coronarios agudos (GRACE) 2.0. Un sistema desarrollado y validado en poblaciones de pacientes predominantemente masculinos. Entre el 1 de enero de 2005 y el 27 de agosto de 2020, se incluyeron en el estudio 400.054 pacientes con síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST (SCASEST) en Reino Unido y 20.727 pacientes con SCASEST en Suiza.

“La discriminación de la muerte hospitalaria por la puntuación GRACE 2.0 fue buena en pacientes masculinos (área bajo la curva característica operativa del receptor [AUC] 0,86, IC del 95% 0,86–0,86) y notablemente más baja en pacientes femeninas (0 ·82, IC 95% 0,81-0,82, p<0,0001)”, expone el estudio. Esto se traduce en que el sistema GRACE 2.0 subestimó el riesgo de mortalidad hospitalaria en mujeres, favoreciendo de este modo su estratificación incorrecta al grupo de riesgo bajo a intermedio, para el que el sistema de puntuación no contempla un tratamiento invasivo temprano. De este modo, en el caso de las mujeres todo el proceso suele ser más lento: desde el inicio de la evaluación de los primeros síntomas hasta el abordaje terapéutico.

MAYOR PREVALENCIA EN MUJERES

Unos hallazgos que tienen importantes implicaciones para las mujeres. Los síndromes coronarios agudos sin elevación del segmento ST representan alrededor de las tres cuartas partes de los casos de síndrome coronario agudo en mujeres. Para comprender hasta qué punto la subestimación derivada del sistema GRACE 2.0 tiene en las mujeres, hay que explicar que este estima el riesgo de mortalidad (a partir de variables clínicas, electrocardiográficas y bioquímicas) y proporciona una herramienta establecida para el manejo personalizado del paciente. De este modo la selección de la estrategia de tratamiento invasivo, la monitorización personalizada durante la estancia hospitalaria y la evaluación del pronóstico según la puntuación GRACE se recomiendan en las directrices internacionales del SCASEST.

El conocimiento de las diferencias sexuales en la biología de la enfermedad y el perfil de riesgo del paciente en el momento de la presentación son fundamentales para mejorar los resultados en pacientes con SCASEST

“Aunque la puntuación GRACE se derivó y se validó en poblaciones de pacientes predominantemente masculinos, se usa en ambos sexos por igual, sin tener en cuenta las características de la enfermedad específica del sexo del SCASEST”, critican los responsables de la investigación.

“Las mujeres con SCASEST muestran diferentes características de la placa y tienen una mayor prevalencia de erosión de la placa como principal mecanismo causal. Además, las mujeres con SCASEST se presentan a una edad más avanzada, tienen una mayor carga de comorbilidad, demoras prehospitalarias más prolongadas y muestran un mayor riesgo de mortalidad no ajustado que los pacientes masculinos”, por lo que “es importante destacar que las pacientes femeninas tienen menos probabilidades de recibir un tratamiento invasivo temprano”.

Más allá de los distintos perfiles de riesgo de los pacientes y las características de manejo de los pacientes femeninos y masculinos con SCASEST, el trabajo que nos ocupa ha revelado limitaciones específicas del sexo clínicamente relevantes de la puntuación GRACE 2.0. Este sistema mostró una discriminación más baja y una calibración subóptima, como demuestra una subestimación sistemática del riesgo de mortalidad hospitalaria en pacientes femeninas, lo que amplía los informes anteriores.

De este modo, las pacientes con SCASEST eran menos propensas a recibir una terapia invasiva temprana, como se informó en investigaciones anteriores. Aunque el tratamiento de los pacientes con SCASEST difiere de un país a otro, la brecha de sexo en el desempeño de la puntuación GRACE 2.0 descrita en este estudio fue evidente a través de las fronteras geográficas.

En conclusión, el rendimiento de la puntuación GRACE 2.0 está limitado por la disminución de la discriminación y la subestimación de la mortalidad hospitalaria en pacientes con SCASEST. La puntuación GRACE 3.0 recientemente desarrollada tiene en cuenta la ponderación específica por sexo de los componentes individuales de GRACE y muestra una discriminación excelente y una buena calibración. 

El conocimiento de las diferencias sexuales en la biología de la enfermedad y el perfil de riesgo del paciente en el momento de la presentación son fundamentales para mejorar los resultados en pacientes con SCASEST. Se justifica una validación externa adicional para evaluar el rendimiento de la puntuación GRACE 3.0 en otras poblaciones.

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