La enfermedad cardiovascular mata cada año a más personas pese a ser una patología prevenible

Día Mundial del Corazón: una jornada en la que debemos ser conscientes de lo necesaria que es la prevención para proteger nuestro órgano más importante

Mujer con enfermedad cardiovascular (Foto: Freepik)
Mujer con enfermedad cardiovascular (Foto: Freepik)
Noelia Hernández
29 septiembre 2023 | 00:00 h

Este 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. Una jornada en la que debemos ser conscientes de lo necesaria que es la prevención para proteger nuestro órgano más importante. De hecho, las enfermedades cardiovasculares son cada vez más prevalentes en todo el mundo. La Federación Mundial del Corazón estima en su último informe que estas patologías afectan a más de 523 millones de personas, casi el doble que hace 20 años.

Pero el dato más trágico es el de los fallecimientos que estas enfermedades provocan. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la principal causa de defunción en el mundo y se cobran unas 17,9 millones de vidas cada año. Además, una de cada tres muertes ocurre prematuramente en personas de menos de 70 años. España no es una excepción en relación a estos datos, y es que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Concretamente, el 26,0% de las defunciones en el año 2022 se debieron a enfermedades del sistema circulatorio, llegando ya a superar las muertes por tumores en 1,2 puntos. Además, hemos visto un aumento en España de más del 1% en cuanto a estas muertes en el último año. Las enfermedades del sistema circulatorio fueron la primera causa de mortalidad femenina  (261,9 muertes por cada 100.000) y la segunda entre los varones (242,1).

En total, en el 2022 murieron 120.572 personas por estas causas en España

En este caso y atendiendo a los sexos de cada persona, vemos una variación de la mortalidad de un 1,5% en los varones con respecto al 2021, y en el caso de las mujeres, un 0,9%. En total, en el 2022 murieron 120.572 personas por estas causas. De todos ellos, 56.716 eran hombres y 63.856 eran mujeres.  Algunas patologías de este tipo se encuentran dentro de las causas de defunción más frecuentes en España.

Por ejemplo, la insuficiencia cardiaca se cobró la vida de 20.606 personas el año pasado. Un 2,1% más que el año anterior. Si observamos la serie de los últimos cinco años, la cifra en 2018 era de 19.142. Así, esta enfermedad ha aumentado su mortalidad en los últimos años en un 7,65%. En cuanto a la enfermedad hipertensiva, vemos un total de muertes en 2022 de 14.790, un 4,5% más que el pasado año. También atendiendo a los datos históricos, en  los últimos años las muertes han aumentado en un 18,36%.

Con estos datos vemos que las enfermedades cardiovasculares afectan en su mayoría a las mujeres, pues tienen algunos riesgos asociados que los hombres no presentan. Ejemplo de ello son la insuficiencia ovárica prematura, los abortos de repetición, el parto prematuro, la hipertensión gestacional, la diabetes gestacional o las píldoras anticonceptivas. Todos estos condicionantes, además de la menopausia, se relacionan con un incremento del riesgo cardiovascular.

¿POR QUÉ MUERE TANTA GENTE A CAUSA DE UNA ENFERMEDAD PREVENIBLE?

Dado que, si bien existen factores de riesgo como los que hemos relatado, se trata de una enfermedad prevenible, cabe preguntarse por qué presenta estos índices de mortalidad tan altos. La OMS explica que estas enfermedades constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, que incluyen cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas. Pero existen factores de riesgo conductuales que llevan a que se produzcan estos casos.

Por ejemplo, la dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco  y el consumo nocivo de alcohol  pueden afectar gravemente al aumento de probabilidades de sufrir uno de estos episodios. “Los efectos de los factores de riesgo conductuales pueden manifestarse en las personas en forma de hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, además de sobrepeso y obesidad”, explica la OMS.

Se ha demostrado que el abandono del consumo de tabaco, la reducción de la sal en la alimentación, el aumento de la ingesta de frutas y verduras, la actividad física regular y la evitación del consumo nocivo del alcohol reducen el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Por ello, para prevenir estas defunciones prematuras, una de las grandes claves sería la prevención y la promoción de la salud. Actividades del día a día que podrían ayudar a salvar muchas vidas.

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