La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres en España. En 2021, más de 60.000 mujeres fallecieron por alguna patología de esta índole, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta prevalencia está relacionada con factores como las complicaciones en el embarazo, los abortos de repetición o la menopausia, entre otras. A estas particularidades se añade el infradiagnóstico de las enfermedades cardiovasculares relacionadas con factores de riesgo específicos del sexo femenino.
Los cambios hormonales como la disminución de los niveles de estrógenos vinculados a la menopausia pueden alterar la salud vascular. Asimismo, cuando finaliza el periodo fértil, se produce un aumento del colesterol, un cambio en la composición corporal y un incremento de la glucosa, según informa la Fundación Española del Corazón(FEC). Por este motivo, la menopausia es un factor estrechamente vinculado con los problemas de salud cardiovasculares.
“Las mujeres en la menopausia pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares si no controlan sus factores de riesgo, entre ellos, la hipertensión, la obesidad, la diabetes y el colesterol”
En este sentido, el Dr. Román Freixa, especialista en Cardiología y presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), insiste en la importancia de controlar los factores de riesgo en mujeres tras la etapa fértil. “Las mujeres en la menopausia pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares si no controlan sus factores de riesgo, entre ellos, la hipertensión, la obesidad, la diabetes y el colesterol”, puntualiza.
En España, cada ocho minutos fallece una mujer por alguna patología cardiovascular, también según datos de la Fundación Española del Corazón (FEC). Entre las patologías más recurrentes destaca el “infarto sin obstrucción de las arterias coronarias”, llamado MINOCA. La disección coronaria espontánea es otra de las afecciones que se producen en mujeres en la época de la menopausia.
Una de las razones que motiva estas patologías es el cambio en los niveles de estrógenos, que está estrechamente relacionado con las alteraciones cardiovasculares. “Durante la menopausia, los niveles de estrógenos disminuyen, y el estrógeno tiene un efecto protector en el sistema cardiovascular, ya que ayuda a mantener los niveles de colesterol LDL más bajos, que es el colesterol malo, y los niveles de colesterol HDL más altos, que es el colesterol bueno”, subraya Freixa.
“Después de la menopausia, hay muchas mujeres que experimentan un cambio en la distribución de la grasa corporal, con mayor acumulación de grasa a nivel abdominal, que es un factor de riesgo”
Esta disminución en la etapa de la menopausia “aumenta el colesterol LDL entre un 10 y un 15%”, explica el cardiólogo. Cuando la mujer atraviesa la época de la menopausia aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. “Después de la menopausia, hay muchas mujeres que experimentan un cambio en la distribución de la grasa corporal, con mayor acumulación de grasa a nivel abdominal, que es un factor de riesgo”, afirma el doctor. Esto se traduce en un “mayor riesgo de enfermedad cardiovascular”, declara.
Por esta razón, Freixa recomienda “tener una especial consideración a las mujeres en la etapa de la posmenopausia porque, si bien es verdad que los niveles de colesterol antes de la menopausia son más bajos, justo después de la menopausia, por efecto de los estrógenos, aumentan y, por tanto, también lo hace el riesgo de tener enfermedad cardiovascular”
Precisamente esa especial consideración hacia la salud integral de las mujeres es lo que está impulsando Organon con su lema Salud con Perspectiva, que busca una nueva mirada hacia las necesidades de salud de las mujeres y sus diferencias con los hombres en la forma de enfermar por razones biológicas, sanitarias y socioculturales.