El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones, y se estima que uno de cada tres pacientes con esta enfermedad desarrollará metástasis en algún momento de la evolución de la enfermedad. Esto quiere decir que la enfermedad se vuelve incurable, y el reto final es lograr cronificarla, pero el riesgo nunca se eliminará del todo.
Esta situación evidencia el por qué este tipo de tumor supone la tercera causa de muerte por cáncer en varones, únicamente por detrás del cáncer de pulmón y de colon, y uno de los tumores más frecuentes, con más de 30.000 nuevos casos en España solo en 2022, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica.
La mayoría de los casos ocurren en varones de edad avanzada, de modo que el 90% de los pacientes son mayores de 65 años, y la edad media de diagnóstico es de 75 años. Estas cifras reflejan la necesidad de que la sociedad se conciencie sobre el cáncer de próstata en todas sus formas. Por ello, en el marco del Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se celebra este 11 de junio, ConSalud.es, con la colaboración de Bayer, aborda los principales aspectos de este tumor maligno.
Juancho Escudero: “El problema que tienen los cánceres metastásicos es que el riesgo no termina de eliminarse del todo”
Uno de los grandes desafíos a los que se deben enfrentar los pacientes es la gestión del miedo, especialmente en los pacientes con cáncer metastásico. “En mi caso, el gran desafío fue enfrentarme a la muerte. Era una situación de vida o muerte, ya que mi cáncer estaba muy desarrollado. Tenía afectados muchos órganos, había metástasis en el hígado, los riñones, el bazo, el páncreas, los pulmones, los ganglios linfáticos del pecho y la columna vertebral entera”, explica Juancho Escudero Ramos, paciente de cáncer de próstata metastásico.
De acuerdo con Juancho Escudero Ramos, la palabra ‘metastásico’ relacionada con un cáncer significa que este se ha vuelto incurable, y el objetivo es cronificarlo. “El problema que tienen los cánceres metastásicos es que el riesgo no termina de eliminarse del todo. Por ello, el reto de los médicos es mantenerme con vida y que la calidad de vida sea muy aceptable”.Ante esta situación, explica que, tras el diagnóstico, le faltó más ‘información emocional’ por parte de los especialistas. “Antes de comenzar el tratamiento, me hubiese gustado conocer muchos efectos secundarios que no cuentan. Además, los médicos explican la parte científica o aspectos como que se va a caer el pelo o se van a poner las uñas negras, pero no saben gestionar la información emocional. La palabra cáncer causa terror en tu entorno”.
Los profesionales muchas veces solo se preocupan “por atajar el problema de raíz, su preocupación es que los pacientes sobrevivan”, continúa, César Comuñas, paciente de cáncer de próstata y vicepresidente segundo de la Asociación de Cáncer de Próstata (ANCAP). Sin embargo, añade Comuñas,“hay que hacer mucho más para mantener la calidad de vida, enfocándose en dos aspectos principales: la incontinencia urinaria y la disfunción eréctil. Son problemas muy importantes a los que se presta menos atención”.
Como apunta el vicepresidente de ANCAP, este tipo de tumor afecta a dos cuestiones fundamentales, la salud física y la salud sexual, que afectan especialmente a la calidad de vida de los pacientes. “Esto es lo que hace que los hombres hablen poco del cáncer de próstata. Mi cáncer se ‘alimenta’ de testosterona, por lo que me han tenido que anular completamente su fabricación. Esto hace que la vida sexual tradicional sea nula”, explica Juancho Escudero.
Debido al estigma y a que los hombres hablan poco de ello, no están lo suficientemente concienciados de la importancia de realizarse pruebas de detección precoz, un aspecto fundamental. “En los últimos años la incidencia de este cáncer ha ido creciendo porque, como históricamente los hombres no solemos tener concienciación de hacernos revisiones a partir de una edad, es relativamente pequeño el grupo de varones que se realizan pruebas”, continúa.
César Comuñas: “El número de casos va en aumento pero pronto lograremos que el cribado del cáncer de próstata sea una realidad”
En este sentido, comenta que, a partir de los cincuenta años, cuando te hacen análisis de sangre, “tienes que pedir que midan el índice de PSA. A partir de este índice puedes ver si estás desarrollando o no el cuadro médico de cáncer de próstata. Por otro lado, el urólogo realiza una exploración para detectar si está o no creciendo algún tipo de tumor”.
Además, tal y como señala, es fundamental contar con cribados poblacionales, del mismo modo que se hace con el cáncer de mama o el colorrectal.“Esto va en la línea de lo que ha dicho la Comisión de Sanidad de la Comunidad Europea, que recomendó a todos los países de la Unión Europea poner en marcha cribados poblacionales del cáncer de próstata. Hacer un cribado es una forma de prevención, y en cáncer la prevención a veces es la diferencia entre la vida y la muerte”, expresa César Comuñas.
Finalmente, las desigualdades en materia de acceso a la medicación preocupan también a los pacientes. “Hay algunas medicaciones que no están subvencionadas por la seguridad social, lo cual genera gran desigualdad, y es necesario poner en marcha equipos multidisciplinares que incluyan la atención psicológica y la reeducación sexual, porque siempre hay un antes y un después de los tratamientos”, explica el vicepresidente segundo.
Pese a todo, ambos pacientes quieren lanzar un mensaje positivo. “A otros pacientes en esta situación les diría que la vida es maravillosa y no se puede desperdiciar con miedos ni preocupaciones”, expresa Juancho Escudero. Del mismo modo, César Comuñas comenta que ve el futuro de la lucha contra el cáncer de próstata “con mucho optimismo”.“El número de casos va en aumento pero pronto lograremos que el cribado del cáncer de próstata sea una realidad. Además, parece que se podrían evitar el 40% de los cánceres de próstata erradicando el consumo de tabaco, rebajando drásticamente el consumo de alcohol o logrando un mayor control de la contaminación ambiental”, concluye Comuñas.